- El acuerdo alcanzado entre el PSOE y UPN a cambio de su apoyo a la reforma laboral no afecta a las competencias del Gobierno de Navarra, ni tampoco a la política de alianzas del PSN. Por activa y por pasiva, la presidenta María Chivite y su portavoz, Javier Remírez, subrayaron ayer las consecuencias del pacto alcanzado entre el Gobierno de Sánchez y Javier Esparza se limita a cuestiones de competencia estatal, por lo que se mostraron sorprendidos por la polémica que se ha creado en torno al pacto y sus consecuencias. “Es una polémica interesada”, afirmó ayer ante los medios Chivite, visiblemente molesta por las dudas generadas.

Pero la realidad es que el contenido del acuerdo sigue sin ser público, y la versión de Esparza contradice la del PSN. El líder de UPN volvió a insistir ayer en que el acuerdo con el PSOE va más allá de lo que se ha conocido, y que se llegó a hablar de cuestiones relacionadas “con la mejora de la convivencia en Navarra”. “Por responsabilidad tengo que se prudente y leal. No voy a desvelar nada más”.

La versión del PSN sin embargo matiza que el marco de las conversaciones con UPN, con excepción de lo ya conocido en el Ayuntamiento de Pamplona, se limita al ámbito competencial del Gobierno de España. Es de suponer que inversiones o modificaciones legislativas, pero que de momento se desconocen. “No me corresponde a mi hacerlo público. Lo deberían hacer quienes han pactado, y no tengo ningún problema en que lo hagan. Yo siempre hago públicos mis acuerdos”, argumentó ayer Chivite en una clara invitación a los responsables del acuerdo a disipar cualquier sospecha en torno a su contenido.

La polémica ha elevado la tensión en el seno del Gobierno. La portavoz del Geroa Bai, Uxue Barkos, volvió a reclamar ayer a la presidenta que haga público el acuerdo. “Es obligación del PSN aclarar el pacto que tienen los socialistas con UPN. Han compartido algunos términos del acuerdo con los socios de Gobierno, pero no los asuntos a los que se refiere en este momento Javier Esparza”, afirmó.

Los socialistas sin embargo insisten en que su socios “desde el minuto uno” conocían tanto las conversaciones como el contenido del acuerdo, y reiteran que no hay duda en torno a la política de alianzas en el Gobierno foral. La desconfianza sin embargo es evidente, y apunta ya a la reforma del Convenio Económico, pendiente de aprobación.

Está previsto que esta semana la consejera de Hacienda se reúna nuevamente con los partidos para analizar su posición, pero parece claro y que la voluntad del PSN es sacar la ley tal y como está, aunque sea con el apoyo de Navarra Suma. Un hecho que desvinculan de la reforma laboral, pero que se va a solapar en el tiempo. .