Queda una semana para que el Congreso de los Diputados convalide o tumbe la reforma laboral, y las piezas casi no se han movido en el tablero de ajedrez. La parte socialista mantiene su cerrazón y su resistencia a tocar una sola coma del acuerdo alcanzado con la patronal estatal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT, y el propio presidente español, Pedro Sánchez, no ha querido entrar este miércoles a elucubrar siquiera con introducir cambios en paralelo en otras leyes. Esa parte se la deja a Unidas Podemos, pero la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha lanzado propuestas inconcretas a futuro que tampoco convencen. En ese contexto, fuentes de la Ejecutiva del PNV consultadas por este periódico se mantienen firmes y no ceden a la presión.

Aunque se abren a fórmulas creativas, quieren garantías tal y como informó el martes este periódico, y eso se traduce en que votarán en contra de la reforma si no se incluye “por ley y ahora” la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales. Rechazan de manera categórica el globo sonda del cambio en el Estatuto de los Trabajadores, que también ha descartado públicamente ERC. El jueves 3 de febrero tienen que tener sobre la mesa algo por escrito y con rango de ley.

El tiempo corre. Se acerca el jueves de la próxima semana, y el Gobierno español va a tener que hacer un esfuerzo mayor en la negociación de la reforma laboral si quiere aprobarla con los votos del PNV. La posibilidad vaga de cambiar otras leyes en el futuro tiene el crédito agotado porque, en el caso del PNV, ya ha vivido en propias carnes el incumplimiento del acuerdo para la transferencia del Ingreso Mínimo Vital, que tendría que haber llegado en octubre de 2020. Las fuentes consultadas responden con un “no rotundo a la vía del Estatuto de los Trabajadores”.

"NO HAY AVANCES EN LA NEGOCIACIÓN"

“El Gobierno ya conoce nuestro rechazo a esa fórmula, mejor que ni insista por esa vía ni trate de confundir a la opinión pública. Nuestra posición no ha variado, y no hay avances en la negociación. La prevalencia de los convenios autonómicos sigue siendo nuestra única condición, lo saben desde hace meses, y corresponde al Gobierno español habilitar la fórmula para que eso sea así si quiere nuestro apoyo. Pero les toca a ellos planteárnosla, no a nosotros”, zanjan desde el PNV.

El presidente de la Ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, se abrió el martes a escuchar propuestas, pero la solución la tiene que dar “el Gobierno central, y de momento no nos la ha dado”. “Pero una cosa debe quedar clara: si no se garantiza por ley y ahora la prevalencia de los convenios autonómicos, nuestro voto será no. No nos valen condicionales ni futuribles: por ley y ahora”, sentencian desde el PNV.

Esto se traduce en que el 3 de febrero el PNV votará “en función de lo que esté ya por escrito y tenga rango de ley, y no en base a promesas o futuribles”.

CIUDADANOS TRATA DE FRENAR LAS CESIONES

Mientras tanto, Ciudadanos sigue presionando para desplazar el eje de las alianzas hacia su bancada, sin ningún protagonismo ya en el Congreso de los Diputados. Inés Arrimadas se ha sumado a la tesis de la patronal, hace suyo el mantra de que la reforma no puede incorporar ningún cambio, y este miércoles ha vuelto a presionar a Sánchez avisando de que no aceptará que se toque “una coma”.

Este planteamiento obliga al Gobierno español a elegir entre el partido naranja, que se lo pone más fácil pero que puede dañar la credibilidad de su reforma por ser un partido liberal, o bien apoyarse en la mayoría de investidura que ha aprobado sus Presupuestos y que es la opción preferida también por sus aliados de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros.