o ha militado con carnet en ninguna formación, de lo que se jacta, pero lo ha hecho en sus comportamientos y dictámenes pese a definirse como “templado y prudente”. “Puede haber alguna afirmación desafortunada, pero eso no me condiciona para el ejercicio independiente e imparcial”, se defiende Enrique Arnaldo (Madrid, 1957), nuevo miembro del Tribunal Constitucional a propuesta del PP, partido al que se le liga por sus implicaciones en los casos Lezo y Palma Arena, y por tratar de hacer favores a varios dirigentes del partido de Génova. Letrado de las Cortes y catedrático de Derecho Constitucional con larga trayectoria académica, su figura se puede reconstruir a través de sus numerosos artículos de prensa y ponencias respecto a asuntos que pueden ser objeto de deliberación en el TC: ha sido crítico con la eutanasia, la ley del aborto o el procés, y ha cuestionado la crisis climática, además de relativizar la caja B del PP. Junto a otras colaboraciones, de 2004 a 2020 elaboró estudios y participó en numerosas ponencias y foros de debate de la FAES de Aznar. No es extraño que también se aproxime a la teoría conspirativa del 11-M.

De entre las múltiples polémicas que le rodean, y según desveló ayer Público, Arnaldo enchufó a su hijo, al hijo del fiscal Maza y a varios jueces en un máster de la universidad Rey Juan Carlos. De hecho, él mismo ha cobrado a la vez de una universidad pública y privada saltándose la legalidad. Con todo, y pese a su aparición en los sumarios de los citados casos de corrupción, fue exonerado. Por ello proclamó aquello de que “no soy más digno que ninguno de ustedes, pero tampoco menos”. Eso sí, al parecer Pablo Casado fue quien le prometió un cargo como el que recoge para los próximos nueve años. Tanto su tesis doctoral como algunos de sus trabajos versan sobre el derecho electoral: compareció en ponencias de estudio de reformas electorales tanto en el Senado como en parlamentos autonómicos, y ha sido observador en varios procesos electorales en el extranjero. Siendo ya letrado de las Cortes desde 1986, se incorporó a la Junta Electoral entre 1986 y 1996.

Ese año fue elegido vocal del CGPJ, a propuesta también del PP, donde ejerció hasta 2001, año en que se reincorporó como letrado en las Cortes y, en diciembre, cuando obtuvo la compatibilidad constituyó un despacho de asesoramiento jurídico que recibió jugosos contratos de administraciones controladas por el PP.

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