El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado aclarar si fue él quién autorizó la entrada en el Estado español del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, después de que la ex ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya haya sido imputada en relación con este caso, esgrimiendo que se actuó "conforme a la ley".

Desde Nueva York, donde acude a la Asamblea General de la ONU, Sánchez ha recordado que "hubo una petición humanitaria para salvar una vida a una persona que estaba a punto de morir", en referencia a que el líder del Polisario tenía COVID-19 y por ello fue hospitalizado en Logroño.

Lo que se hizo, ha defendido el presidente, fue "dar una respuesta humanitaria a una persona que estaba a punto de morir", insistiendo así en el argumento esgrimido desde el primer momento por el Ejecutivo para autorizar la llegada a España de Ghali.

"El Gobierno hizo lo que debía, dar respuesta a esta cuestión humanitaria, y lo hizo como debía, conforme a la ley", ha abundado, sin responder a la pregunta de si fue él quién dio la autorización final para que se produjera la acogida del líder del Polisario.

Las palabras de Sánchez se producen después de que este martes se supiera que el titular del Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, ha citado como imputada a González Laya en relación con el llamado 'caso Ghali'.