- Pedro Sánchez ha pasado de cero a cien. Desde su regreso de las vacaciones el pasado viernes, el presidente español ha multiplicado su agenda y sus gestiones para quitarse la presión del PP, que lo acusaba de no haber movido un dedo mientras estallaba la crisis de Afganistán y había que rescatar a los ciudadanos que han colaborado con la Unión Europea. Ya el sábado, Sánchez exhibió en la base aérea de Torrejón de Ardoz el respaldo de las autoridades de la Unión Europea, y muy en particular del presidente del Consejo Europeo. Charles Michel ensalzó su liderazgo y su rápida respuesta, que habrían permitido que ese punto sea el centro de operaciones para traer y después reubicar a los colaboradores europeos por los países del club comunitario. En torno a medianoche, Sánchez mantenía una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Joe Biden, y alcanzaban un acuerdo para que las bases militares de Morón y Rota acojan temporalmente a afganos colaboradores de Estados Unidos en tránsito hacia otros países. En una conversación de 25 minutos, Sánchez lo puso al corriente del centro neurálgico de Torrejón. La llamada tuvo lugar después de que Biden ignorase el papel de Madrid.

Sánchez cierra el frente que le había abierto el PP, que ahora rebaja el tono. Además, ha corregido algunos errores: ha decidido suspender su viaje a Kenia y Egipto previsto para esta semana para centrarse en la gestión de la crisis afgana, y multiplica su agenda, también con la visita de ayer a las zonas afectadas por los incendios en Ávila. El PP, que hizo sangre con sus vacaciones y con la videoconferencia que protagonizó en alpargatas, reconoció la “respuesta” del Estado español, pero volvió a poner el foco en que Sánchez tiene que dar explicaciones en el Congreso de los Diputados, que este miércoles debate las comparecencias de varios ministros y del propio presidente español. Sánchez se encuentra en una posición de mayor fortaleza y, por otro lado, con una expectativa halagüeña también con Marruecos, que abrirá una nueva etapa y, según El País, prepara el regreso de su embajadora.

Sánchez estuvo ayer en Ávila y, en una intervención sin preguntas, anunció que el Consejo de Ministros aprobará mañana martes declarar como zona catastrófica “todas y cada una de las comunidades que han sufrido incendios este verano y otro tipo de catástrofes naturales”. Hizo un llamamiento para que todas las administraciones destinen recursos para recuperar la normalidad cuanto antes.

El PP reconoció la respuesta de Sánchez tras “la pereza inicial”. Le parece “bien” la conversación con Biden pero, por boca de Andrea Levy, opinó que el líder popular, Pablo Casado, merece tener una conversación con Pedro Sánchez en el Congreso sobre la crisis de Afganistán, en lugar de enterarse de los acuerdos por Twitter.