Todavía no hay una propuesta concreta para realizar una reforma fiscal a nivel de todo el Estado y ya están sonando tambores de guerra por esta cuestión. La chispa la encendió el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, cuando planteó establecer un nuevo impuesto para las rentas altas de la Comunidad de Madrid que compensara el denominado efecto capitalidad. Que el presidente del PP, Pablo Casado, lo haya calificado de "escándalo" entra dentro de lo previsible. Pero los roces se han trasladado también al seno del Gobierno español, ya que después de que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, opinara ayer que la idea de Puig "tiene mucho recorrido", la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le ha enmendado la plana en toda regla. "Esa propuesta no está en la agenda del Gobierno, ni lo va a estar", ha asegurado.

La Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso vuelve a estar, por tanto, en el centro del debate político, también por ser el ariete del PP en su labor de oposición al Gobierno de Pedro Sánchez. Ximo Puig, que realizó este planteamiento hace ya dos semanas, alegó que el hecho de ser la capital de España "atrae bases imponibles de otros lugares", por lo que llegó a acusar a Madrid de hacer "competencia desleal" al resto de comunidades. En un encuentro ayer con Escrivá, Puig recibió el respaldo explícito del ministro, que se comprometió a seguir explorando esta vía. Sin embargo, María Jesús Montero ha dinamitado esta posibilidad al asegurar que "jamás van a encontrar en este Gobierno nada que enfrente a los territorios".

La titular de Hacienda y Función Pública ha asegurado que el objetivo de Moncloa es "buscar el consenso, el diálogo, la capacidad de ponernos de acuerdo entre todos los territorios para que no se produzcan comparaciones, agravios, para que unas personas piensen que tienen menos oportunidades que otras por el hecho de vivir en un territorio o en otro". También ha reprochado al PP que "juegue permanentemente al victimismo, haciendo ruido y buscando la polémica donde no hay nada".

Denuncia la "madrileñofobia"

Moncloa encargó un informe a un comité de 17 expertos para reformar el sistema fiscal en España, de modo que el Ministerio de Hacienda dispondrá de sus conclusiones a principios del año que viene. Entre las mismas podría estar el nuevo impuesto a las rentas altas de Madrid. Desde el Gobierno de la capital del Estado ya denunciaron la "madrileñofobia" que, a su juicio, supone esta posibilidad. Hoy el debate se ha extendido por múltiples frentes y el propio PSOE de Madrid se ha opuesto a la iniciativa que llegó desde la Comunidad valenciana. Así, la portavoz socialista en la Asamblea de la capital española, Hana Jalloul, ha asegurado que defienden "un sistema de financiación justo y equitativo para todas las autonomías" y ha rechazado implantar "impuestos especiales" a los madrileños.

A nivel también autonómico, la vicepresidenta primera y consejera de Hacienda de la Junta de Extremadura, Pilar Blanco-Morales, ha calificado de "ocurrencias que crean confrontación" la posibilidad de crear un impuesto a Madrid para compensar el efecto de la capitalidad. El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha rechazado que "se imponga una tasa a un territorio concreto", y el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, se ha opuesto a su vez a esta tasa. También se ha mostrado contrario con las rebajas fiscales que aplica esta comunidad y ha defendido que se pague la misma cantidad de tributos en todo el país.