- No suele ser habitual que los partidos constitucionalistas hagan autocrítica sobre el modelo autonómico. Ante la insatisfacción de Euskadi y Catalunya, tanto el PP como el PSOE han apelado de manera recurrente a que el Estado español tiene un nivel de descentralización prácticamente sin igual en el mundo, algo que ha dicho incluso el propio Pedro Sánchez. En los últimos tiempos, los socialistas sí han admitido algunas disfunciones, la necesidad de rebajar el nivel de conflictividad judicial con las comunidades autónomas o clarificar el reparto de competencias para evitar esos encontronazos. En ese contexto, la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, admitió ayer que hay cuestiones “que no funcionan bien” y apostó por mejorarlas sin “tener miedo a los cambios”.

Reconoció que existe un problema, pero no concretó cuáles son los fallos ni cuál es la solución que plantea el Gobierno español. Y tampoco vio margen para una reforma constitucional, con el argumento de que no existe el consenso necesario para activar el proceso en el Congreso y reunir las mayorías necesarias (sin citarlos, se refería al PP y Vox). Que enfríe la reforma constitucional no tiene que ser necesariamente una mala noticia, por ejemplo, para el PNV, que defiende que es posible aprobar un nuevo estatus de autogobierno con la percha de los derechos históricos, que permiten actualizar el marco. No obstante, en otros ámbitos se puede interpretar que se limita el alcance de la reforma.

En una entrevista concedida a Onda Cero, a Rodríguez se le planteó si es autonomista y no federalista. “Son debates complejos, y los constitucionalistas creen que nuestro desarrollo se parece más a un estado federal”, se limitó a responder. Cuando el periodista le pidió que se posicionara, añadió por propia iniciativa que “los anclajes deben progresar al ritmo que lo hace la sociedad española”. “Así ha sido en este país, y este modelo de la Constitución española ha sido un modelo de éxito. Y ahora estamos en un momento de cambios. Y, por tanto, no hay que tener miedo a los cambios, que se están produciendo en el ámbito económico, hacia un modelo más sostenible... Apuesto por mantener -y en ese sentido soy conservadora- lo que funciona bien, e intentar mejorar aquellas cuestiones que no funcionan bien”, dijo. A continuación fue más concreta: “Y seguramente en el Estado autonómico hay cuestiones que no han terminado de funcionar y hay que revisar”.

Cuando se le planteó si hay que abrir el melón de la reforma constitucional, la enfrió con el argumento de que “hace falta un amplio consenso que en este momento no se da en este país”. El PSOE ha puesto sobre la mesa en los últimos años la idea de aclarar el reparto competencial (lo ligó a una reforma del capítulo constitucional al respecto), ahondar en los traspasos y poner fin a la judicialización, lo que no ha impedido varios conflictos competenciales en los últimos meses. En paralelo, la cogobernanza que prometió Sánchez desafina entre quejas de las comunidades.

Conferencia de presidentes. Galicia y Andalucía, dos comunidades del PP, están criticando con dureza la Conferencia de Presidentes anunciada de manera unilateral por Pedro Sánchez para el día 30. Desde la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avisó de que “no cumple la normativa” y será solo “una reunión de Sánchez con los presidentes autonómicos” porque “no hay documentación previa”. En Andalucía, el vicepresidente Juan Marín (C’s) exigió documentación.

“Seguramente en el Estado autonómico hay cuestiones que no han teminado de funcionar”

Ministra de Política Territorial