- El presidente del PP, Pablo Casado, no dio ayer ni un respiro a Pedro Sánchez y contraprogramó el acto del presidente español en el Liceu con una reunión plenaria de los grupos del PP en el Congreso y el Senado, a la misma hora en la Sala Ernest Lluch de la Cámara baja. Buscó por tanto dar una imagen institucional para denunciar lo que calificó de “indultos trampa” dirigidos a “blindar un segundo procés” y a posibilitar el “cambio de régimen” que, según él, persigue Sánchez.

“El problema de España no es que falte democracia, es que se negocia con aquellos que atentan contra la democracia. Lo que pasa en Catalunya se utiliza ahora como coartada para un cambio de régimen”, dijo Casado. Puso como ejemplo de estas supuestas intenciones la propuesta del ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, de llevar una reforma constitucional para una España federal a la futura mesa de diálogo con el Govern.

Insistió en que Sánchez “aprovecha ese problema causado por el supremacismo de sus socios y el apaciguamiento del PSOE para dar continuidad a su proyecto de cambio de régimen”. “Ha usado una medida de gracia para dar un golpe de gracia a la legalidad, pervirtiendo la figura del indulto para concederlo por primera vez a quien no lo solicita, no se arrepiente y además amenaza con reincidir”, prosiguió Casado, que fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los parlamentarios.

Flanqueado por el secretario general del partido, Teodoro García Egea, la portavoz parlamentaria en el Congreso, Cuca Gamarra, y el portavoz en el Senado, Javier Maroto, que también tomaron la palabra, el presidente popular encadenó una andanada con otra y calificó de “ópera bufa” el acto del Liceu de Barcelona, con una “platea subvencionada por los fondos europeos, un palco virtual en Lledoners que ha escrito el libreto y una fila cero en Waterloo, que en vez de aplaudir ha empezado a patear hoy mismo”. Frente a la “agenda suicida” de Sánchez, Casado recalcó que el PP es la solución y no el problema, y que su única finalidad es la defensa de España. “Es nuestra razón de ser y nunca permitiremos que nadie la destruya para perpetuarse en el poder”, zanjó.

Sobre esta cuestión también se pronunció el portavoz de Vox, Jorge Buxadé, que denunció que “Pedro Sánchez vuelve a arrodillarse ante el golpismo, el separatismo y la barbarie”. La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, recordó al socialista que “los golpistas del procés han vuelto a decirle a la cara que no van a parar y van a seguir pisoteando los derechos de los catalanes”.