- Aunque se había especulado con la posibilidad, a modo de gesto con Zarzuela, de que Pere Aragonès asistiera hoy a la cena de la Reunión Anual del Cercle d’Economia, en el Hotel W de Barcelona, finalmente no estará presente ni el president de la Generalitat ni su número dos, Jordi Puigneró, que dio marcha atrás tras anunciarse inicialmente que él sería el representante del Govern. La decisión concuerda con lo sucedido estos últimos años en los que los máximos dirigentes de Catalunya han evitado coincidir con el monarca en los actos que contaban con su presencia como protesta por su postura después del referéndum de 2017, las cargas policiales y su discurso del 3 de octubre. Eso no significa que Aragonès no esté en los actos previos del Cercle, como el encuentro con empresarios y representantes políticos internacionales.

“Lo que haga el rey de España no va a condicionar en ningún caso la agenda del Govern de la Generalitat y tampoco del president en territorio catalán. La prioridad del nuevo Govern es ocupar aquellos espacios que son relevante para el país y su gente, para los catalanes, independientemente de lo que haga el monarca”, afirmó la portavoz del Ejecutivo catalán, Patrícia Plaja.

Aragonès tiene previsto viajar este próximo viernes a Bruselas para celebrar su primera reunión presencial, desde su toma de posesión, con Carles Puigdemont, donde abordarán los “retos” de la legislatura tras semanas de resquemor entre ambas partes por la función que debe desempeñar el Consell per la República. El president en el exilio rompió su silencio justo después de la investidura de Aragonès, al lanzar reproches velados a ERC por la “falsedad e inmoralidad” de quienes lo acusaban a él de querer “tutelar” al líder republicano a través de este organismo. El Govern anunció ayer que no pondrá escolta de los Mossos al president en el exilio, invocando los criterios que siguieron los dos consellers de Interior de la anterior legislatura, Miquel Buch y Miquel Sàmper, de “no poner en riesgo a los funcionarios públicos”.