- Siete áreas para cada formación independentista con cambios de carteras reseñables. ERC asumirá por primera vez la polémica conselleria de Interior, mientras que Junts se quedará con Salud -justo en la presumible recta final de la pandemia- y dirigirá Vicepresidència y Economía, es decir, participará en el control de los fondos europeos, seguramente bajo la batuta de Elsa Artadi, uno de los activos de los posconvergentes. El futuro president había planteado que los fondos fueran gestionados por un comisionado adscrito a Presidència, pero la negociación final permite una gestión compartida entre los socios del Govern a través de una comisión interdepartamental. Una de las incógnitas a resolver es qué papel tendrá en este Ejecutivo el expresidente del Parlament, Roger Torrent.

Igualmente, Junts llevará Justicia, Exteriores y Transparencia, y Derechos Sociales -que tendrá competencias en infancia, adolescencia y juventud-, hasta ahora gestionadas por los republicanos, y paralelamente retendrá Políticas Digitales e Infraestructuras, y Universidades e Investigación. Esquerra mantiene Educación, así como Agricultura y Acción Climática. Los republicanos se hacen con Cultura, Interior, y Empresa y Trabajo, que en el anterior mandato estaban dirigidas por JxCat, a la vez que controlarán el nuevo departamento estrella de Feminismo e Igualdad -que incorporará también la Oficina de Derechos Civiles-, una de las banderas en el diseño del Ejecutivo de Aragonès.

Todo apunta a que el puesto de portavoz del Govern recaerá en la figura de la que fue número dos de la lista de ERC a las elecciones del 14 de febrero, Laura Vilagrà, que sustituiría en el cargo a Meritxell Budó. Presidència será una conselleria transversal, con competencias en relaciones institucionales, función pública o la oficina del plan piloto para la renta básica.

En definitiva, la mayoría de las carteras que tras las elecciones de 2017 fueron para ERC ahora cambian de manos, y viceversa. Sobre el papel, Junts ha logrado gran parte de los objetivos marcados durante la negociación. Al margen de la cogestión de los fondos europeos, manejar Salud significa ostentar el peso del departamento con mayor gasto del Govern, hasta ahora en manos de ERC, y que ha estado en el punto de mira durante la crisis sanitaria. La candidata a presidenta de JxCat, Laura Borràs, ya aventuró en campaña que el próximo conseller de esta área en concreto sería el doctor Josep Maria Argimon, actual secretario de Salut Pública.

Un Ejecutivo que asegura uno de los puntos de partida, el de configurarse de forma paritaria, y que no ha sido el principal caballo de batalla en las trabas para tejer el acuerdo pese a las diferencias respecto a alguna de las carteras.