- "El estado de alarma es el pasado. Hay que mirar al futuro y el futuro se llama vacunación, vacunación y vacunación". Pedro Sánchez sigue en sus trece y se defiende así de la riada de críticas procedentes de los grupos parlamentarios, de todos los colores, ante el caos jurídico suscitado tras el decaimiento del estado de alarma. A la espera del pronunciamiento del Tribunal Supremo ante la alegación de alguna comunidad, caso de la canaria, el líder del PSOE no piensa poner en marcha cambios legales para la adopción de medidas restrictivas, idea que soltó su propio ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. En una breve comparecencia en Moncloa antes de reunirse con su homólogo argentino, Alberto Fernández, el presidente español evitó hacer alusión a las decisiones contradictorias adoptadas ya por los diferentes tribunales superiores en varias autonomías respecto al toque de queda o los cierres perimetrales, y se limitó a insistir en que los ejecutivos autonómicos disponen de los instrumentos suficientes para encarar la pandemia.

Sánchez reclamó "coherencia" a la oposición y a los partidos del bloque de la investidura que tampoco comprenden su posicionamiento. "No puede ser que ahora se eche de menos el estado de alarma", llegó a reprocharles. Su postura, remitir a los respectivos dirigentes de las comunidades al Consejo Interterritorial de Salud, como ha hecho vía carta con el lehendakari Iñigo Urkullu. Pero la mayoría de los socios parlamentarios del Gobierno de coalición se muestran atónitos ante el escenario gestado desde Moncloa al dejar desnudas a las autonomías, sin paraguas normativo que unifique medidas.

PNV, EH Bildu, Más País y Compromís lamentaron que el refugio de Sánchez sea el recurso al Supremo, al tiempo que el PP le acusó de "no legislar ni permitir legislar". El más severo en sus manifestaciones fue el portavoz jeltzale, Aitor Esteban, quien acusó al Ejecutivo español de cometer un "error" que ha llevado a "un caos jurídico que ya es inevitable y que se ha causado innecesariamente". Esteban le afeó que haya hecho caso omiso a la propuesta del PNV de mantener al menos dos meses más el estado de alarma y le avisó de que ya "se va tarde" si sopesara de verdad reformar la legislación ordinaria. "¿Cuánto vamos a tardar? Si volamos, un mes", zanjó. A su vez, recalcó que detrás de la decisión del gabinete de Sánchez hay "razones económicas" cuando el hecho de prolongar la alerta no significaba necesariamente mantener la limitación de movilidad o el toque de queda.

EH Bildu consideró que la "irresponsabilidad" es compartida por las autoridades estatales y autonómicas, y que "la inacción de unas y otras administraciones" ha conducido a la actual incertidumbre. "Que no caigan en la tentación de responsabilizar a la ciudadanía de lo que está sucediendo", aseveró su portavoz Mertxe Aizpurua. Llamó la atención el tono amable respecto al asunto de ERC, uno de los socios mayoritarios en el Congreso, al limitarse Gabriel Rufián a recordar el compromiso de Madrid con varios grupos parlamentarios para acordar un plan legislativo alternativo a la alarma. Por contra, el portavoz del PDeCAT, Ferran Bel, adujo que "no es razonable" que después de medio año no haya ninguna propuesta del Gobierno para afrontar la pospandemia y que sean los tribunales los que tengan que resolver este complejo horizonte. Bel no ve con malos ojos la alternativa jurídica del PP pero entiende, al igual que el PNV, que no daría tiempo a tramitarla con la urgencia que requiere. "El momento de actuar es ahora, no de aquí a dos o tres meses", subrayó. Por su parte, el líder de Más País, Iñigo Errejón, reclamó a Sánchez que deje de "lavarse las manos" y explore la opción de declarar un estado de alarma que permita transitar a una "desescalada" de cara al verano. "Es lo lógico", añadió su socio electoral de Compromís, Joan Baldoví. Por contra, la diputada de la CUP, Mireia Vehí, dijo ser contraria a alargar la alerta porque la pandemia es sanitaria y económica "pero no es un problema de orden público".

Pero ni PSOE ni siquiera Unidas Podemos están por la labor de dar su brazo a torcer. La dirigente socialista, Adriana Lastra, declaró que no se modificará una ley ordinaria para convertirla en excepcional y limitar derechos fundamentales con carácter general, porque para eso está precisamente el estado de alarma. El portavoz morado, Pablo Echenique, respaldó al Ejecutivo aunque es consciente del debate "complejo" en términos jurídicos, y acusó al PP de utilizar criterios "espurios" con su propuesta de ley de pandemias. "Lo que llama un día libertad, al día siguiente dice que es caos", espetó.

Desde el partido de Génova replicaron de inmediato. "No puede estar todo el mundo equivocado y Sánchez no", respondió la portavoz popular, Cuca Gamarra, advirtiendo al líder socialista de que será "responsable" de lo que ocurra y de que su objetivo es abocar a los presidentes autonómicos a un estado de alarma. Edmundo Bal (Ciudadanos) acusó al presidente de dejar "sin sonrojo la pelota en el tejado judicial" e Iván Espinosa de los Monteros (Vox) cargó contra el PP por estar dispuesto a establecer medidas de compensación y restringir así derechos fundamentales.

"Ni abre ni cierra la puerta" a la alarma. El pasado viernes, a las 15.00 horas, llegó a Lehendakaritza una carta procedente de Moncloa en respuesta a la misiva de Iñigo Urkullu. Pedro Sánchez señala en ella al lehendakari que el foro para adoptar decisiones para afrontar la pandemia de manera consensuada entre las comunidades es el Consejo Interterritorial de Salud, cuyas resoluciones "son de obligado cumplimiento". El portavoz de Lakua, Bingen Zupiria, apeló ayer a la "prudencia" y señaló que Lakua "ni abre ni cierra" la puerta a pedir la alarma. "Nos vamos a atener al marco fijado, y hoy es el que es", indicó a fin de evitar judicializar la situación.

Se aprobará sin demora. El parlamentario del PNV Iñigo Iturrate reiteró la disposición a aprobar una ley vasca antipandemia que "sea consensuada con aquel que tenga voluntad de negociar y acordar", y advirtió en Onda Vasca de que, "por eternizar un consenso con quien no tiene voluntad real de alcanzar un acuerdo, no se va a eternizar la aprobación" en el Parlamento Vasco. La intención es validarla en el último pleno de junio. El jeltzale lamentó que existe "una especie de coalición perversa" entre EH Bildu, PP+C's' y Vox, a quienes calificó como "la nueva foto de Colón" a la vasca. Podemos presentará hoy al Ejecutivo de Urkullu su propuesta de enmiendas a la citada ley.

"El futuro se llama vacunación, vacunación y vacunación; el estado de alarma es el pasado"

Presidente del Gobierno español

"Si piensa reformar la legislación, ya va tarde. ¿Cuánto vamos a tardar? Si volamos, un mes"

Portavoz del PNV en el Congreso

"La irresponsabilidad es compartida por la inacción de unas y otras administraciones"

Portavoz de EH Bildu en el Congreso