- El Instituto Gogora presentó ayer su ambicioso plan de actuación para la presente legislatura, que busca reforzar las líneas de trabajo iniciadas hasta la fecha de cara a seguir construyendo una memoria para la convivencia. El plan 2021-2024 contempla ampliar los espacios expositivos en materia de memoria, con la creación del memorial sobre los sucesos del 3 de marzo en Gasteiz, así como avanzar en el informe de vulneraciones de Derechos Humanos entre 1936 y 1978 y en la base de datos de víctimas mortales de la Guerra Civil.

Como paraguas de todo ello, en verano empezará la tramitación parlamentaria de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi, que dotará de un marco normativo a las políticas públicas de memoria. El lehendakari, Iñigo Urkullu, presidió la reunión del Consejo de Dirección de Gogora celebrada en su sede en Bilbao. Sobre el plan, aseguró que se trata de “un buen reflejo de esa memoria compartida que queremos construir como base firme para una mejor convivencia en la diversidad”.

Entre las iniciativas previstas se encuentra la creación de Gogoragunea, el espacio expositivo en la propia sede del instituto, y renovar el Museo de Gernika. La segunda fase del informe de vulneraciones de Derechos Humanos comprende a todos aquellos que padecieron prisión entre 1936 y 1945, a lo que seguirán investigaciones sobre incautaciones y depuraciones durante la dictadura franquista. El plan de Gogora está pendiente de recoger las aportaciones de los miembros de Consejo de Dirección, que incluye a los grupos parlamentarios, antes de su aprobación definitiva.

Entre sus principales estrategias destaca a su vez construir un nuevo columbario en Orduña; apoyar y acompañar a los familiares de los vascos inhumados en el Valle de los Caídos y que han visto reconocido su derecho a la exhumación; y llevar a cabo un reconocimiento simbólico de las víctimas “olvidadas”. Esta categoría incluye a los fusilados y ejecutados extrajudicialmente por el franquismo, los fallecidos mientras estaban en prisión, etc.

El plan presentado ayer prevé seguir profundizando en la colaboración con el Departamento de Educación, en concreto con la unidad didáctica Herenegun, que se testará como experiencia piloto en una docena de centros educativos en el curso 2021-2022. También con el programa Adi-adian de testimonios de víctimas en el aula, al tiempo que se estudiará “la posibilidad de contar con testimonios de personas que ejercieron la violencia” y que después “han realizado una profunda reflexión autocrítica del recurso a la violencia con fines políticos”.

Urkullu recordó que la labor de Gogora se centra en “las víctimas, la verdad, la memoria crítica, ética e inclusiva, el diálogo entre diferentes y la convivencia, principios sólidos que, sin duda, servirán de base para nuestra actuación en el futuro”. A la reunión también acudió la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, y la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora, Aintzane Ezenarro. Participaron a su vez el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz; la directora de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad, Monika Hernando, y las tres personas designadas por el Parlamento Vasco: el médico forense Paco Etxeberria y las víctimas de ETA María Jauregi y Josu Elespe.