Ya está grabado en piedra. Los gobiernos vasco y español han firmado hoy la transferencia de prisiones y de otras tres materias que habían acordado antes de las elecciones en la Comunidad de Madrid, aunque su ratificación se había postergado hasta este lunes.

Además de escenificar esta rúbrica, el ministro de Política Territorial, Miquel Iceta, ha confiado en transferir el Ingreso Mínimo Vital antes de que termine el año. En respuesta a una pregunta de DEIA sobre el descontento del PNV y su petición de que el presidente Sánchez intervenga en el traspaso de esta materia ante el bloqueo del ministro Escrivá, Iceta ha querido negar que Escrivá tenga un empeño especial en demorar este acuerdo con el argumento de que él mismo "es una de las personas" que han puesto en valor la gestión de las prestaciones sociales por parte de Euskadi, y muy en particular en la Renta de Garantía de Ingresos.

Iceta, eso sí, ha "confiado" en seguir desbrozando los obstáculos y poder reunir la Comisión Mixta de Transferencias antes de que acabe el año, y que el IMV sea una de las materias en ese paquete. Ha querido aclarar que la dificultad tiene que ver con "lo reciente" que es la prestación del IMV, de nueva creación en el Estado.

Los gobiernos vasco y español se han reunido esta mañana en la sede del Achivo Histórico de Bizkaia en Bilbao para que la Comisión Mixta de Transferencias ratificara el traspaso de prisiones, el transporte por carretera, el edificio sede del Distrito Marítimo de Ondarroa y el código bibliográfico ISSN. Además, han ratificado su compromiso con el cumplimiento del Estatuto.

Apuesta por la bilateralidad

El presidente de la Comisión Mixta, Josu Erkoreka, y la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, han apostado por la "bilateralidad" y el acuerdo, y han presentado al Gobierno vasco como un Ejecutivo refractario al conflicto. Iceta, por su parte, ha quitado hierro a voces como las del PP que arremeten contra el traspaso de prisiones o los acercamientos de presos. Ha recordado que la sociedad vasca "quiere mirar al futuro, superar un conflicto violento y una etapa de acciones terroristas", al tiempo que ha apostado por "afianzar la relación" con el PNV y dejar un margen a Euskadi para que demuestre su capacidad para gestionar las prisiones, una competencia que hasta ahora solo ha gestionado Catalunya.

El traspaso comenzará a ejercerse el 1 de octubre en las cárceles de Basauri y Zaballa, además de Martutene hasta que sea devuelta al Estado cuando deje de ser una prisión y sea sustituida por el complejo en construcción de Zubieta. El Gobierno vasco también se quedará con la antigua cárcel de Nanclares.