- Las regiones con competencias legislativas creen que este puede ser su momento y elevan la presión para que la Unión Europea reconozca su estatus especial. Quieren participar en el diseño de las políticas que afecten a sus competencias, que los estados dejen de ser los únicos interlocutores, y tener opciones como recurrir a la justicia europea cuando se invada su autogobierno, inspirándose en el Informe Lamassoure de 2003 y su apuesta por el estatus como región asociada. En un movimiento liderado por el lehendakari Urkullu, un número creciente de estos territorios (ayer ascendían ya a quince) se han organizado en puertas de la Conferencia sobre el Futuro de Europa que comienza mañana. La CAV, Catalunya, Baleares, Valencia, Flandes y Salzburgo, entre otras, han enviado una carta a la Comisión Europea para demandar su participación en el Pleno de esa conferencia. Más allá de esa demanda puntual, difícil de que cuaje ya a unas horas de la cita, piden que en ese debate se propicie un cambio de modelo. En una cita telemática organizada ayer por el lehendakari, y donde participó el president en funciones de Catalunya, Pere Aragonès, Iñigo Urkullu pidió reconocer el estatus de región asociada en una Europa cada vez más “centralizada”.

Urkullu, acompañado por la secretaria de Acción Exterior, Marian Elorza, criticó así una centralización que, hasta ahora, había denunciado como una cuestión doméstica del Estado. También lo ve en las estructuras comunitarias y cree que puede poner en entredicho la “legitimación social” de las decisiones que tomen desde Bruselas. Cuestionó la “eficacia” de las medidas si no se cuenta con las instituciones más cercanas a los ciudadanos. Sin citarlo, parecía una alusión a la polémica sobre el reparto de los fondos europeos. El lehendakari reiteró la apuesta por participar en el órgano plenario de la Conferencia sobre el Futuro de Europa (un debate que va a recoger aportaciones ciudadanas y se prolongará hasta la primavera de 2022) y, más allá, pidió organizar un encuentro sobre gobernanza multinivel efectiva para analizar “un nuevo marco institucional”, donde las regiones con competencias legislativas aspiran a contar con un “estatuto singular y único de región partner de la Unión Europea”.

El lehendakari puso en valor que un total de quince mandatarios hayan firmado ya la carta enviada, entre otras personalidades, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli. Aunque entre los firmantes figuren algunas naciones sin Estado que tienen aspiraciones que van más allá, como la vasca, Catalunya o Flandes, ayer se presentaron demandas compartidas por el colectivo de las regiones con competencias legislativas (así se llaman, con las siglas RLEG), muy cotidianas y apegadas a la gestión. Por ejemplo, Aragonès defendió la participación de los territorios preguntándose cómo es posible que queden fuera de las reflexiones si precisamente han sido sus servicios sanitarios los que han afrontado en primera línea la gestión de la pandemia, o si tienen un papel destacado en políticas sociales como la pobreza infantil. También se citaron otras cuestiones como las becas Erasmus para estudiar en el extranjero.

Se retomó la apuesta por el Informe Lamassoure presentado en la Convención Europea de 2003, y precisamente ayer su autor, el entonces eurodiputado Alain Lamassoure, fue el invitado de honor. Su informe apostaba por el reconocimiento del estatus de región asociada, de manera que puedan ser consultadas sobre las leyes y su participación sea una apuesta europea, en lugar de quedar al albur del Estado correspondiente. La carta con estas demandas, abierta todavía a recibir adhesiones, la respaldan, además de la comunidad autónoma vasca, las Islas Aland (un archipiélago autónomo entre Suecia y Finlandia), las Azores, Baleares, Catalunya, Comunidad Valenciana, Flandes, Carintia, Baja Austria, Alta Austria, Salzburgo, Tirol, Voralberg, Corsica y, en las últimas horas, se ha sumado Piamonte. Como un fenómeno astronómico que se repite cada ciertas décadas, la Conferencia sobre el Futuro de Europa les abre una ventana de oportunidad.

Urkullu recordó que mañana es el Día de Europa, y que estos territorios tienen una vocación “europeísta” y están comprometidos con el proceso de construcción. “La Unión es mucho mas que un club de estados miembros”, aclaró, para añadir que en el contexto de la pandemia del coronavirus ha quedado patente que “las políticas transformadoras son esenciales”, y las “regiones con competencias legislativas son esenciales a la hora de legitimar la toma de decisiones y comprometer los procesos de participación y transformación política”. El lehendakari se lamentó de que, por el contrario, “el camino de la Unión Europea se desliza hacia la centralización”, el camino “más simple”, pero que no contribuye a la “transformación institucional desde la participación”. “La centralización está poniendo en entredicho la coherencia de nuestro orden constitucional interno, la legitimación social de las políticas y la propia eficacia de las medidas adoptadas”, alertó. Apostó por una “dimensión descentralizada de los principios de subsidiariedad y proporcionalidad”.

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El president en funciones del Govern catalán, Pere Aragonès, de ERC, agradeció a Urkullu que impulsara la carta, y garantizó que Catalunya “siempre estará comprometida con la construcción de una Unión Europea de la ciudadanía, sin fronteras, más solidaria, más cercana a las personas y más consciente de la diversidad de los pueblos”. Se preguntó cómo se puede discutir sobre el futuro de Europa sin los territorios que implementan esas políticas, sin “quienes han trabajado en primera línea de la pandemia con su personal sanitario”. Los territorios, a su juicio, deben participar activamente en el debate, la toma de decisiones y la implementación de políticas para que la recuperación sea efectiva, y también para que los recursos europeos se utilicen de la manera más eficaz. “Nos hemos ganado el derecho de jugar un papel central”, sentenció.

El ministro presidente de Flandes Jan Jambon coincidió en que las regiones son los actores más cercanos, y “es imprescindible” que participen en la implementación de políticas. Salzburgo reivindicó el “principio de subsidiariedad”, y el gobernador de Carintia (Austria) Peter Kaiser avisó de que los programas “solo pueden tener éxito si reflejan la voluntad de los ciudadanos, así como de sus regiones y estados”. Islas Aland lamentó que la Comisión Europea refuerce “cada vez más a los estados” en una tendencia que “aleja” a la Unión Europea de sus ciudadanos.

“Los territorios son los actores más cercanos y es imprescindible que participen”

Ministro presidente de Flandes

“Tenemos competencias y fuerza; nos hemos ganado el derecho a jugar un papel central”

President del Govern en funciones

“La Unión Europea es mucho más que un club de estados miembros”

Lehendakari