- La negociación de las transferencias que recoge el Estatuto de Gernika entra esta semana en una fase decisiva. El Gobierno Vasco presiona al español para que pase de las palabras a los hechos y cierre un bloque de tres o cuatro traspasos antes de que arranque el domingo la campaña para las elecciones en la Comunidad de Madrid, que puede condicionar los avances en este y otros asuntos. Entre los traspasos destaca la transferencia de la gestión de las prisiones vascas y, según confirman a este periódico fuentes del Ministerio de Política Territorial que dirige Miquel Iceta, en esta negociación "entran también los edificios de instituciones penitenciarias en desuso", en referencia a la antigua cárcel de Nanclares, que fue clausurada desde el Estado por Instituciones Penitenciarias, ya no acoge a población reclusa y cuenta con un pabellón que ha dado alojamiento a varios funcionarios. Los reclusos fueron trasladados a Zaballa.

Este punto había permanecido en una nebulosa de indefinición. Aunque el Gobierno Vasco no ha mostrado públicamente un prejuicio en contra de asumir la competencia sobre Nanclares, el Ejecutivo español, por boca de su delegado en suelo vasco, Denis Itxaso, sí había deslizado que la vieja cárcel, en la medida en que ya no es una prisión, quedaría fuera del diálogo. Existían algunas dudas sobre las condiciones de este traspaso y sobre la posibilidad de que se convirtiera en un caramelo envenenado para quien lo gestionara, pero las dudas se van despejando. Desde el equipo de Iceta aclaran que el traspaso de las prisiones está muy avanzado, lo dan por cerrado, pero puntualizan que quedan algunos flecos. Ayer mismo se produjo una reunión en la que afloraron algunos escollos. Queda por perfilar totalmente el futuro de Nanclares, quién asume las obras de la nueva cárcel de Zubieta que va a reemplazar a la de Martutene, y unos detalles que la consejería de Olatz Garamendi espera que queden resueltos con una nueva reunión. Pero solo falta un último empujón y es revelador que exista ya una valoración económica, de 70 millones, que se descontarán del Cupo.

Desde el entorno de Iceta aseguran que mañana se va a celebrar una ponencia técnica, pero que todavía no hay fecha para celebrar la Comisión Mixta de Transferencias que ratificaría estos acuerdos y les daría el sello oficial definitivo. Podría tener lugar antes de las elecciones de Madrid, como desearía el Gobierno Vasco, o bien después, una cuestión que, en cualquier caso, tampoco va a romper las negociaciones. La consejería de Garamendi espera cerrar tres traspasos esta semana: el de prisiones (además de los casos ya citados, se pactará la gestión de los centros de Basauri y Zaballa), la sede del Distrito Marítimo de Ondarroa tal y como informó este periódico, y el código bibliográfico ISSN. A ellos podría sumarse un cuarto traspaso que no se descarta desde el Ejecutivo vasco. Olatz Garamendi ha apretado estas semanas con el traspaso en materia de inmigración (ejecución de la legislación para los permisos de trabajo, inspección y sanción e integración, entre otras cuestiones), y desde el Gobierno español se han producido asimismo algunos movimientos relacionados con los trenes de cercanías. Habrá reuniones casi diarias esta semana. El traspaso del Ingreso Mínimo Vital, por otro lado, transcurrirá por otro carril y llevará otros plazos más dilatados.

El traspaso de prisiones supondrá que las instituciones vascas gestionen las cárceles y tengan, por lo tanto, un margen para promover la reinserción de los presos aunque sea en aplicación de la ley penitenciaria española, un ámbito donde la competencia no cambia de manos. En total, la población reclusa en la comunidad autónoma asciende a 1.300 personas, de las cuales cien son mujeres. El número de presos de ETA es por ahora testimonial, con una quincena en Zaballa, tres en Basauri y una decena en Martutene. El traspaso afecta también a varios centenares de funcionarios y personal laboral. Esta transferencia y las otras que se esperan para esta semana serían las primeras en llegar desde los acuerdos de junio del año pasado, cuando ambos gobiernos cerraron los traspasos sobre los productos farmacéuticos, el seguro escolar y las ayudas previas a la jubilación en empresas en ERE.

El lehendakari aseguró ayer en Radio Euskadi que espera que esta semana se pueda conocer la fecha de la Comisión de Transferencias, lo que contribuye a elevar la presión sobre Sánchez para que no desatienda los compromisos con el PNV en pleno clima electoral.

Un bloque de tres o cuatro. El Gobierno Vasco espera que esta semana pueda anunciarse una fecha para la Comisión Mixta de Transferencias. En esa cita solemne se harían oficiales tres transferencias o incluso cuatro que quedarían cerradas esta semana a falta de esa firma. La consejería de Garamendi espera cerrar el de prisiones, la sede del Distrito Marítimo de Ondarroa (como ampliación del traspaso del puerto de Ondarroa), y el código bibliográfico ISSN. A ellos podría sumarse un cuarto traspaso y, en ese sentido, la consejería de Olatz Garamendi ha apretado estas semanas con el traspaso en materia de inmigración (ejecución de la legislación para los permisos de trabajo, inspección y sanción e integración, entre otros puntos), y desde el Gobierno español se han producido, además, algunos movimientos con los trenes de cercanías. El traspaso del Ingreso Mínimo Vital, por otro lado, transcurrirá por otro carril y llevará otros plazos más dilatados, de manera que no se espera para este mes de abril.

"Espero que esta semana anunciemos una reunión de la Comisión de Transferencias"

Lehendakari