- Coincidiendo con que ayer se cumplían tres años de su detención mientras regresaba de Finlandia, Carles Puigdemont lanzó un duro reproche a “ciertos sectores del independentismo”, sin citar su identidad, que “lamentan” que no esté en prisión y les “incomoda” que siga “plantando cara” desde Bélgica. El expresident, en su afán de defender el trabajo del Consell per la República que el acuerdo entre ERC y CUP minimiza, censuró a quienes contribuyen al relato de que son unos “fugados” que viven cómodamente y despreocupados. En varios mensajes en Twitter, el líder de JxCat cree que estas personas se “alegrarán” si les extraditan y condenan. “Pese a las limitaciones, las incomprensiones y ataques, hemos hecho buen trabajo”, se sincera.

La andanada del exjefe del Govern se dirige hacia Esquerra, y a la distinción que desde el mundo republicano se ha hecho siempre entre la elección que hizo Puigdemont tras la declaración unilateral de independencia y la opción que tomó Oriol Junqueras, aún preso por la causa del 1-O. “Me doy cuenta de que esto ha hecho enfadar al Estado y que, a la vez, ha incomodado a algunos sectores del independentismo, que cada vez lo disimulan menos”, añade el dirigente de JxCat, quien advierte de que esta labor realizada puede acabar siendo un “agravante” de su lucha en caso de extradición, y que ello no les ha disuadido de seguir haciéndola. “Sabemos que en caso de extradición, el tiempo pasado en el exilio no cuenta. Y que la segura condena, porque en España ya somos culpables antes de que entráramos a juicio, recogería nuestra actividad de todos estos años”.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, evitó comentar las quejas vertidas por el expresident, aunque lo hizo con grandes dosis de sorna: “Todo el respeto a todos los tuiteros del mundo”. Palabras que soltó después de segundos sin encontrar una respuesta. Eso sí, el dirigente republicano aseguró desconocer a quién se refería Puigdemont con esos mensajes: “Envíele un DM (mensaje directo), que tiene tiempo para responderle”. Recordó además que también la secretaria general de ERC, Marta Rovira, se halla exiliada al igual que Puigdemont. Lo que olvidó Rufián es que un tuit suyo fue el que más se viralizó justo antes de aquella declaración del 27-O, y en la que señalaba directamente al entonces president insinuando que iba a traicionar al independentismo actuando como si fuera Judas: “155 monedas de plata”, escribió aquél día en Twitter.