1. Hace solo una semana no podíamos ni olernos la sucesión de acontecimientos que desencadenaría la (parece ya que fallida) moción de censura en Murcia que conocimos el pasado miércoles. Ese dato debería movernos a la prudencia en los vaticinios. Parece que ya hay quien sabe lo que va a ocurrir no ya el 4 de mayo, sino incluso, después de los comicios madrileños. Mejor no ejercer de Nostradamus. Los escenarios cambian en cuestión de horas.

2. Y la prueba de lo volátil que es el escenario es la rapidez con la que Más Madrid le ha dado con la puerta en las narices a Iglesias. Llamaba la atención el silencio de Iñigo Errejón. Cabía interpretarlo como reflexión o negociación. Pero ha sido negativa. Más Madrid no ha tragado y de forma amable ha rechazado la invitación. Sostiene la plataforma de izquierdas que la mejor forma de movilizar es presentar listas diferentes. Cambia el panorama.

Iglesias deja la vicepresidencia para enfrentarse a Ayuso en Madrid

Iglesias deja la vicepresidencia para enfrentarse a Ayuso en Madrid

Iglesias deja la vicepresidencia para enfrentarse a Ayuso en Madrid. Vídeo: EP

3. Desde luego, resultaba difícil de entender que Errejón accediera a entregar el liderazgo de una plataforma de izquierdas en Madrid a quien desdeñó y boicoteó esa misma propuesta. Claro que tampoco va a ser fácil explicar la negativa a hacer frente a lo que representa Isabel Díaz Ayuso.

4. En cuanto a lo que puede suponer para la contienda electoral la entrada en liza de Iglesias, aunque sea en solitario, también hay tentarse las ropas antes de hacer un pronóstico. Sí resulta llamativo que el entorno de Díaz Ayuso haya acogido la noticia con algarabía. Es obvio que les viene bien un candidato con el perfil maléfico tan definido como el del líder de Podemos. Otra cosa es que estén minusvalorando sus posibilidades y se les acabe haciendo larga la campaña.

5. En ese sentido, no hay que perder de vista la reacción de Vox. A la genuina formación de la ultraderecha no le ha sentado bien quedar solo como muleta de Ayuso. Se nota en la insistencia con que están colocando su mensaje: para Iglesias el peor voto es el voto a Vox.

6. Respecto a lo que implica para el Gobierno español la salida de Iglesias, parece haberse aplicado el viejo principio: tanta gloria lleves como paz dejas. Si atendemos a su reacción, se diría que Pedro Sánchez se siente aliviado. Yolanda Díez, con todas las diferencias ideológicas y de visión, se ha mostrado como una compañera de Ejecutivo confiable y leal.

7. ¿Este movimiento puede ser el anticipo de un adelanto electoral también en España? Toda apunta por ahí, pero de nuevo, no hay que darlo por sentado. En ese puzzle juegan otras piezas: la postura de los hasta ahora apoyos del gobierno, empezando por los independentistas catalanes es fundamental. A su vez, en eso influirá la composición y el talante del Govern que se está negociando.

8. Y sobre la cesión del liderazgo en Podemos, todavía hay que verlo. El movimiento de ayer se está interpretando, no sin lógica, como la entrega del testigo a Yolanda Díaz. Sin embargo, parece pronto para dar por hecho que, ocurra lo que ocurra el 4 de mayo, Pablo Iglesias sea capaz de hacerse a un lado.