- El elevadísimo número de recursos de quienes fueron escogidos para las mesas electorales de cara al 14-F -hasta un 25% de los elegidos ha procedido a ello- ha obligado a poner parche sobre parche en el operativo hasta el punto de que la Junta Electoral de Barcelona acordara ayer que se reasignen a otras mesas los electores suplentes y que se abstengan de "ordenar que formen parte" de ellas los primeros votantes presentes en el local, pues la primera franja horaria está reservada para que voten las personas de edad avanzada. El acuerdo de los magistrados destaca que el contexto de pandemia "supone la aparición de diferentes problemas e impedimentos a los cuales las juntas electorales de zona deben dar respuesta a partir" de la ley electoral. Reconoce además que "la configuración de las mesas electorales se está revelando como uno de los potenciales momentos críticos para el éxito de la constitución" de las mesas. Al menos 21.180 ciudadanos han presentado impugnaciones en toda Catalunya (15.865 en la provincia de Barcelona) de un total de 82.251 personas designadas en todo el territorio.

Algunas de las grandes ciudades ya han empezado a notificar a reservistas que tienen que comparecer en los colegios el 14-F porque las excusas admitidas impedirían su normal constitución: presidente, dos vocales y seis sustitutos. Ni los consistorios ni el Departamento de Acció Exterior del Govern, responsable de la logística electoral, creen que exista un riesgo real para la celebración de los comicios. Lo que se echa en falta, por parte de la Generalitat, es que la Junta Electoral Central (JEC) no diera criterios comunes a seguir por las juntas de zona. "Lo planteamos, pero contestaron que cada junta tiene sus criterios y su visión del territorio", explican.

Con este nuevo paso, queda aparcada la idea de reclutar a voluntarios que pudieran formar parte de una bolsa común para rellenar posibles suplencias en cualquier mesa que tenga dificultades el día de la elección, ya que se podía poner en riesgo la limpieza del proceso. Así se pronunció, por ejemplo, el Defensor del Pueblo catalán, Rafael Ribó, quien advirtió que los voluntarios no están previstos en la ley electoral y que deben ser los propios electores censados en una mesa los que formen parte de ella.

Por otro lado, la Junta Electoral de Barcelona ha solicitado al Govern que modifique las franjas horarias recomendadas para ejercer el sufragio con el fin de que los colectivos de riesgo no sean los primeros en acudir presencialmente a los puntos de votación. Fuentes de la Generalitat aseguran que están "valorando" esta propuesta. Lo hace además después de que la JEC señalara que no puede privar de votar de manera presencial a los ciudadanos contagiados de covid-19 o en cuarentena "que no hayan solicitado el voto por correo" pues eso no entra dentro de sus competencias. Además, recordó que la Generalitat ya ha adoptado protocolos sanitarios para garantizar la seguridad en las votaciones. Así respondió el órgano después de que un ciudadano anónimo reclamara que no se permitiera el voto presencial a las personas infectadas por coronavirus y que se les priorice el voto por correo.

Una modalidad que bate marcas. Correos ha recibido un total 270.392 solicitudes, una cifra que ya supone "un récord" en un proceso electoral en todo el Estado español y que triplica las solicitudes admitidas en las polémicas elecciones catalanas de 2017. Un total de 188.566 solicitudes se han presentado de forma presencial en la red de oficinas postales, y 81.826 de forma telemática desde la web de Correos, mediante firma electrónica y "aceptándose como sistemas de identificación válidos los certificados de persona física reconocidos por el Ministerio de Industria y el DNI electrónico". Datos a los que hay que sumar los registrados en la jornada de ayer, último día habilitado para ello.