- Emilio Hellín Moro, condenado a 43 años de cárcel por el asesinato de la estudiante bilbaina Yolanda González en 1980, realizará en el juicio contra la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes el peritaje sobre el análisis de la agenda electrónica aportada por su defensa días previos a la vista, que arrancó el lunes en la Audiencia Provincial de Madrid.

No es la primera vez que el nombre de Hellín, que a día de hoy es propietario de una empresa de peritaje judicial, aparece en trabajos relacionados con la seguridad, ya que anteriormente estuvo contratado para labores en instituciones madrileñas y en la Guardia Civil.

Hellín perteneció a la milicia ultra de Fuerza Nueva y fue condenado en 1982 a 43 años de prisión por el asesinato de la estudiante Yolanda González, de 19 años. Aunque su verdadero nombre es Emilio, lo cambió a Luis Enrique,con el que figura en el orden del proceso judicial contra Cifuentes.

Desde hace años, tiene una empresa de peritaje criminal, que ha sido contratada por el abogado defensor José Antonio Choclán para realizar el análisis de cómo se extrajo una cita concreta de la agenda de Cifuentes cuando estaba en la Delegación de Gobierno en Madrid.

La Audiencia Nacional condenó a Emilio Hellín Moro a 43 años de cárcel por asesinato, allanamiento de morada, detención ilegal, depósito de armas de guerra, armas de defensa, municiones, tenencia de explosivos, falsificación de DNI y uso público de nombre supuesto.

Por estos delitos pasó algunos años en prisión aunque consiguió huir del país aprovechando un permiso y, junto a muchos otros ultras, fue acogido por el Gobierno de Paraguay. En los años 90 fue deportado a España, cumplió la condena que le restaba y salió en libertad en 1996.

Hellín Moro, bajo otro nombre, colaboró con el Ayuntamiento de Madrid como profesor externo en materia de seguridad. Desde el entonces equipo de Gobierno, del PP, alegaban en 2012 que los antecedentes del ultraderechista condenado pasaron “inadvertidos”, a lo que los partidos de la oposición replicaron que era un “apellido inolvidable” para cualquier persona que viviera la Transición.

Tras conocerse el pasado de Hellín Moro el Ayuntamiento madrileño decidió que no volvería a ser contratado, pero el asesino de Yolanda González continuó dando clases sobre seguridad en distintas administraciones y también en cuerpos policiales. Así, en calidad de ingeniero de Telecomunicaciones, impartió cursos a la Guardia Civil sobre delitos telemáticos. Ahora, reaparece en el proceso del caso Máster en calidad de perito judicial.

El Pazo se abre al público. Los exteriores del Pazo de Meirás se abrirán al público el 30 de enero tras haber pasado a titularidad pública una vez despojada la familia Franco. En principio se haría solo para la ciudadanía de Sada, ya que se perimetrará el municipio por razones de la pandemia. Sobre las visitas al interior, el Gobierno español se plantea que puedan desarrollarse a partir de la segunda quincena de marzo según la situación sanitaria y una vez acaben los arreglos de los desperfectos existentes.