- El Parlamento Vasco aprobó ayer el proyecto de ley que modifica el límite máximo de endeudamiento previsto en la Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Euskadi para el ejercicio 2020, hasta fijarlo en 1.546 millones de euros. Todo ello para “dotar de la mayor capacidad de financiación posible” a la Administración vasca para “afrontar los compromisos de gastos” previstos en los presupuestos 2020, una vez que los pronósticos iniciales para este año quedaron caducos por la caída de la recaudación tras la crisis del COVIDL-19.

PNV y PSE fueron los únicos partidos que votaron a favor de esta modificación propuesta por el Gobierno Vasco, mientras que EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y PP+C’s se abstuvieron. Por último, la única parlamentaria de Vox votó en contra.

En el pleno de ayer, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, argumentó que “la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia internacional ocasionada por el coronavirus COVID-19 ha supuesto un mayor gasto en servicios especialmente afectados por la pandemia, así como una menor recaudación por tributos concertados”.

En concreto, Azpiazu detalló que las previsiones de cierre de la recaudación para 2020 conllevan una reducción de 2.356 millones de euros con respecto a la estimada inicialmente, y la preliquidación de las aportaciones de las diputaciones ha estimado una cifra inferior en 1.543 millones de euros a las previstas en los ingresos del presupuesto del ejercicio 2020.

Por parte de la oposición, Arkaitz Rodríguez (EH Bildu) explicó en su intervención que su abstención responde a la responsabilidad, ya que su coalición apoya que se aumente la capacidad de endeudamiento, pero cree que la decidida es insuficiente para cubrir todas las necesidades actuales.

Desde Elkarrekin Podemos-IU, David Soto también defendió que el Gobierno Vasco podría haber sido “más valiente” y aumentar la capacidad de gasto público “más allá de la bajada de la recaudación”.

Por último, el parlamentario de PP+C’s, Luis Gordillo, mantuvo la “mano tendida” al Ejecutivo de Iñigo Urkullu, y dijo que se abstenían por responsabilidad y como un “gesto de buena voluntad”.