- En el pleno de política general celebrado en septiembre, Markel Olano prometió la convocatoria de un grupo de trabajo con todos los partidos representados en la cámara guipuzcoana para debatir y acordar medidas dirigidas a hacer frente las consecuencias del coronavirus. La primera reunión de este grupo de trabajo se celebró ayer y reunió a representantes de la Diputación y de los grupos de las Juntas Generales.

El objetivo de este grupo de trabajo es llevar a cabo un diagnóstico de coyuntura sobre los efectos inmediatos de la pandemia en Gipuzkoa y definir las líneas de trabajo para el futuro, además de un diagnóstico estructural sobre sus efectos sociales, económicos y políticos. Realizado el mismo, el grupo establecerá los retos fundamentales en materia social, económica y política para la próxima década, y planteará las principales líneas de trabajo y posibles proyectos estratégicos para el desarrollo del futuro de Gipuzkoa.

Por las circunstancias del COVID-19, el encuentro se realizó combinando los formatos presencial y telemático y contó con la participación del diputado general Markel Olano y el segundo teniente de diputado general, José Ignacio Asensio, además de la diputada Eider Mendoza. Por parte de las Juntas Generales tomaron parte el presidente de la cámara Xabier Ezeizabarrena y los portavoces y junteros: Maria Eugenia Arrizabalaga (PNV), Juan Carlos Izagirre y Estitxu Elduaien (EH Bildu), Susana García y Alberto Albistegui (PSE-EE), Maria Valiente y Aran-tza Gonzalez (Elkarrekin Podemos-IU), y Juan Carlos Cano y Alex Saenz (PP). Es decir, tres representantes de la Diputación Foral y dos de cada una de las formaciones que tienen representación en las Juntas Generales. Este grupo será el órgano de trabajo matriz y el responsable del diseño, proceso y conclusiones de todo el trabajo que se vaya a realizar en este objetivo de abordar las consecuencias del covid en Gipuzkoa. El proceso contempla la participación de expertos, representantes de la sociedad organizada y de la sociedad civil u otro tipo de interlocutores institucionales y sociales para profundizar en el diálogo y en los procesos de deliberación. Además, podrá plantear encuentros con la sociedad para poder dialogar sobre diversas materias, y solicitar informes y estudios específicos para profundizar en el proceso deliberativo.

Está previsto que el proceso tenga una duración de dos años. El grupo de trabajo principal se reunirá periodicamente. “El enorme impacto del COVID-19 en todos los ámbitos de nuestra sociedad, y concretamente en un reto crucial como la lucha contra las desigualdades, exige que abordemos de forma conjunta tanto el análisis de la situación actual, como las acciones sobre las que queremos construir nuestro futuro”, señalaron fuentes de los participantes.

Este grupo será el órgano de trabajo matriz y el responsable del diseño, proceso y conclusiones

de todo la labor

El proceso contempla la participación de expertos, representantes de la sociedad civil e interlocutores institucionales y sociales