El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reconocido este viernes que la situación de la pandemia de coronavirus en España es "grave" y empeorará con la llegada del invierno, por lo que ha pedido "determinación" y "unidad" a las fuerzas políticas para evitar un nuevo confinamiento y doblegar la segunda curva "al igual" que se hizo con la primera, lo que pasa por reducir la movilidad.

En una declaración institucional desde el Palacio de la Moncloa, Sánchez ha asegurado que la "realidad sin adornos" es que el Estado está registrando picos récord de contagios, lo que ha llevado a varias comunidades autónomas a adoptar medidas cada vez más restrictivas.

Sánchez alerta de que la situación es "grave" y pide reducir movilidad. Vídeo: EP

En este punto, ha subrayado que las comunidades autónomas son las responsables de las medidas que se deban ir adoptando y, cuando una de ellas alcance un nivel de alerta "extrema", podría requerir de iniciativas excepcionales que "podrían" necesitar el sustento del estado de alarma.

Sánchez ha planteado el "reto colectivo" de alcanzar una incidencia acumulada de menos de 25 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 días --España actualmente está en 348-- y ha reconocido que para ello es necesaria la "máxima colaboración, conciencia y disciplina ciudadana".

"Como ocurrió en la primera ola, lo podemos lograr de nuevo si tenemos máxima disciplina social, máxima resistencia, espíritu de equipo y moral de victoria", ha animado reconociendo los "sacrificios" que esto conlleva.

Sánchez fija como objetivo reducir la incidencia a 25 casos por 100.000 habitantes. Vídeo: EP

Plan de medidas

El Gobierno español aprobó este jueves con las Comunidades Autónomas en el CISNS un nuevo plan de medidas para luchar contra el coronavirus, en el que se establecen cuatro niveles de alerta.

No obstante, en esa reunión no se llegó a tomar una decisión sobre la aplicación de un toque de queda para reducir la movilidad nocturna; una medida que algunos territorios llevan días defendiendo y que Comunidades como Castilla y León o Valencia ya han anunciado que van a poner en marcha.

A este respecto, el Gobierno español se comprometió a estudiar esta medida y sobre todo, la cobertura jurídica que requiere, aunque el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha afirmado en varias ocasiones que implicaría la declaración del estado de alarma.