- Vuelve el enredo político a la gestión del coronavirus en la Comunidad de Madrid. Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso son dos líneas paralelas que nunca se cruzan, pero las próximas horas podrían ser determinantes para buscar un punto de conexión. El Gobierno español recogió ayer de manera parcial el guante que le había lanzado la Comunidad de Madrid, que había deslizado que le interesa decretar un toque de queda nocturno, pero que necesita cobertura legal desde el Estado para hacerlo. El ministro Salvador Illa le ofreció estudiarlo, pero solo recurriendo al estado de alarma como única percha posible para controlar por la vía policial los movimientos de los ciudadanos por la noche. La solución no sería exactamente del gusto del PP, que ya vio con malos ojos el estado de alarma vigente hasta el próximo sábado en la comunidad para imponer el cierre perimetral de una decena de localidades, y prefiere otro asidero legal. Pero a última hora de la noche ni siquiera estaba claro que Madrid esté hablando de un toque de queda. Lo había dicho su consejero de Sanidad, pero lo matizó el responsable autonómico de Interior al descartar un estado de excepción y puntualizar que no se trata de manera tajante de que los vecinos se queden en casa, sino de cerrar por la noche la actividad económica para que solo les quede pasear o regresar a su vivienda. Lo dejó en meras restricciones nocturnas. No quedó claro si fue una desautorización, o si estaba planteando un atajo para evitar el estado de alarma.

Algo de toda esta confusión debía temerse el presidente español, Pedro Sánchez, cuando horas antes había pedido a Ayuso que aclarase lo que pide. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, por su parte, había dicho que, si se está hablando de toque de queda, hay que aprobar otro estado de alarma y, en este caso, se prolongaría más de 15 días y pidió, por ello, que el PP comprometiera con antelación sus votos.

Los populares recelan del estado de alarma, y además quieren que las medidas se apliquen en todo el Estado. Pero Salvador Illa abrió la puerta a que el toque de queda se instale por territorios. El presidente español, Pedro Sánchez, aclaró que será la propia Ayuso quien tenga que pedirlo. Y quiere consultarlo con otras comunidades (Valencia estudia solicitarlo).

Las reuniones entre ambos gobiernos seguían ayer y algunos medios llegaron a decir que el tema ni siquiera estuvo sobre la mesa. El punto crucial llegará mañana, en la reunión del Consejo Interterritorial con los responsables de salud de todas las comunidades, una cita que se ha aplazado un día. Estos días, el divorcio ha sido total en forma y fondo entre la comunidad y el Estado, porque Ayuso rechazaba el estado de alarma vigente y la medida concreta del cierre perimetral, que ella quería dejar en un mero cierre por distritos.

Las piezas comenzaron a alinearse por la mañana, aunque no del todo. El consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, lanzó en un desayuno de Europa Press que su comunidad estudia pedir el toque de queda a Sánchez, emulando a Francia, pero con una diferencia: en el Estado francés, el toque de queda empieza a las 21.00 horas, pero Madrid quiere retrasarlo hasta las 00.00 horas para respetar los horarios de las cenas en la hostelería. Así se evitaría perjudicar económicamente a un sector ya tocado por la pandemia, y hacer posible que los ciudadanos no extiendan la velada organizando fiestas en sus casas o alargando sus reuniones en la calle. El cierre nocturno duraría hasta las 6.00 de la mañana. La medida fue sugerida el lunes por profesionales sanitarios y "no sería de aplicación solo en Madrid, sino en toda España". Dentro del PP, el consejero de Interior, Enrique López, ofreció una versión distinta y negó que se persiga un estado de excepción y que los ciudadanos estén en casa, sino limitar la actividad económica por la noche para que solo se pueda pasear o irse a casa.

Tras el Consejo de Ministros, Salvador Illa admitió que la medida se encuentra en estudio, y puso en valor que se aplica en otros países europeos con tasas de incidencia menores, pero avisó de que es necesario un estado de alarma y habrá que analizarlo con otras comunidades y contar con el aval del PP. Illa dijo que la decisión no está tomada y es solo una hipótesis, que además no se tendría por qué imponer a todas las comunidades. "Si hubiera que aplicar el toque de queda, necesitaríamos la cobertura del estado de alarma. Es una decisión que ni mucho menos está tomada. Si decidiéramos ir por este camino, habría que saber si el PP apoyaría en el Congreso la decisión, porque iría más allá de los quince días", dijo. El ministro no está contemplando recuperar el mando único, y dijo que habría que discutir el ámbito de aplicación del toque de queda, que podría instalarse en un territorio o en todos. "Todas las decisiones están abiertas", aclaró. Tampoco hay un planteamiento sobre las franjas horarias. Los populares quieren abandonar el recurso al estado de alarma y buscar otras vías. Illa, no obstante, no ve fórmulas intermedias y descartó de manera expresa que se pueda decretar el toque de queda con la ley de 1986.

Está en juego que se zanje, al menos para las próximas semanas, el conflicto entre la comunidad y el Gobierno español por el virus. El estado de alarma caduca el sábado, y el director de emergencias sanitarias, Fernando Simón, había descartado de manera taxativa una prórroga. No la habrá, sino que sería un estado de alarma distinto, para imponer un toque de queda. Por ser nuevo, no habría que someterlo a votación en el Congreso, y solo habría que votarlo pasados quince días para prorrogarlo. El toque de queda está corriendo como la pólvora en Europa, donde el Estado francés también lo ha implementado, por territorios, en zonas como París. También Italia en las últimas horas.

Sánchez lo planteó muy en condicional. Aclaró que la Madrid debe precisar si lo quiere, y después debe debatirse con otras comunidades. En Roma, junto al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, recalcó que "es importante saber cuál es la opinión del resto de territorios". Aunque Illa había avisado de que es necesario el estado de alarma, Sánchez dijo que ese será otro debate, y que antes habrá que aclarar qué piden Madrid y otras comunidades. Adelantó que el Consejo Interterritorial va a alumbrar un acuerdo con las comunidades sobre las fases y un sistema de semáforos con "recomendaciones". Un marco general con "cogobernanza", lo que abre la puerta a dejar margen en su aplicación, como pedía el lehendakari Urkullu.

"Primero tendrán que pedirlo, y es importante saber la opinión de los otros territorios"

Presidente del Gobierno español

"Habría que saber si el PP apoyaría la decisión en el Congreso, porque iría más allá de 15 días"

Ministro de Sanidad