as páginas más trágicas del conflicto vasco vuelven a cobrar vida, pero esta vez en la ficción y en series documentales pensadas para la pequeña pantalla. Así, el mundo audiovisual vive en los últimos meses una sucesión de estrenos relacionados con ETA y la historia de la violencia de Euskadi que, a tenor de las importantes inversiones que han realizado plataformas como Movistar, HBO o Amazon, parece que cuentan con el interés del gran público.

Este auge de ETA en producciones audiovisuales viene precedido de un fenómeno editorial que tuvo como primer éxito inesperado a Patria, la novela superventas de Fernando Aramburu que propició una serie de lanzamientos editoriales que siguieron llenando las librerías de la temática del conflicto. Ahora, este boom da el salto a la televisión con las nuevas plataformas como impulsoras de una lista de títulos que van viendo su estreno a lo largo de este agitado 2020. Entre ellos, las ficciones La línea invisible (Movistar) y Patria (HBO), así como series documentales como ETA, el final del silencio (Movistar) o El desafío: ETA (Amazon), esta última con estreno previsto para el 30 de octubre.

El cineasta Borja Cobeaga, pionero en abordar el conflicto vasco en clave de humor en espacios como Vaya Semanita o películas como Negociador o Fe de etarras, explica a este diario que "es normal que después del alto el fuego y de que haya terminado ETA se empiece a escribir y a producir sobre ello", aunque le extraña que hayan pasado unos años hasta la llegada de este boom. Cree que puede deberse a la llegada de las plataformas norteamericanas al Estado y a los cambios en la forma de consumir televisión: "Antes lo de la serie documental no existía o no era popular. Y las ficciones de pegarse maratones son también un fenómeno muy reciente".

Según Santiago de Pablo, catedrático de Historia de la UPV/EHU y coautor del libro Testigo de cargo: la historia de ETA y sus víctimas en televisión, el conflicto vasco se puede ver ya "con cierta perspectiva y a la vez sigue siendo un tema actual", por lo que es un buen momento para abordarlo en televisión. "En el momento exacto en que sucedía, aunque se hacían algunas producciones, había temor a tocar un tema tan vivo. Ahora en cambio ha pasado un cierto tiempo pero sigue estando presente en el debate", resume. Cree además De Pablo que se dan mejores perspectivas que antaño para rentabilizar las apuestas audiovisuales: "Algunos productores de cine solían decir que ETA era un veneno para la taquilla, que una película sobre ETA nadie quería verla. Ahora, cuando se ha visto que en la literatura hay un éxito tan increíble, pues obviamente en una serie o película también puede haberlo".

De esta forma, las plataformas de pago por contenido han encontrado en el conflicto vasco una fuente casi inagotable de historias con las que enganchar al espectador. ETA es una cuestión todavía reciente, cuyo interés no decae en el Estado y que tiene todos los elementos necesarios para que funcione como producto audiovisual. Más dudoso es el rigor histórico de algunas de estas producciones que abordan la historia de la violencia en Euskadi en las últimas décadas. En cualquier caso, el filón es innegable y se ha vuelto a evidenciar con el estreno de Patria en el Zinemaldia.

Cobeaga cree que en cierto modo es el libro de Aramburu el que ha dado el pistoletazo de salida al actual boom. "Novelas sobre terrorismo y conflicto vasco se han hecho siempre, pero Patria es el gran éxito y ha hecho que muchísimos escritores y editoriales busquen el tema. El efecto ha sido muy fuerte y luego han salido las series", resume el también guionista de Ocho apellidos vascos, que constata que el tema "genera un interés" en el consumidor de productos audiovisuales. "Patria ha sido lo que ha hecho que exista ese interés, porque es como el referente. Aparte de lo que se vendió, de la serie se hablaba ya antes de que se empezara a preparar", explica.

En los últimos tiempos, el formato predilecto para el consumo de estas producciones es la pequeña pantalla por encima del cine, en el que desde la transición el conflicto vasco ha estado presente con más o menos asiduidad. Es más, el primer boom sobre la organización armada se produjo ya en los años 70 y 80, aunque el género predominante era el thriller y el cine negro. De esta época datan títulos ya míticos como Operación Ogro, La fuga de Segovia o La muerte de Mikel; las dos últimas obra de Imanol Uribe. "Eran películas de género, thriller, policiaco o más tarde algunas históricas o biopic como Yoyes de Helena Taberna", rememora Santiago de Pablo.

En la siguiente década, los 90, el tema del conflicto vasco perdió algo de fuerza en el mundo audiovisual para regresar en los 2.000, pero esta vez en clave más humorística, con Vaya Semanita como principal estandarte. Ahora, con el fin de ETA, llega el documental retrospectivo sobre la trayectoria de la organización y, sobre todo, el género melodramático en la ficción. Y aquí, cada plataforma que ha aterrizado en España quiere su serie al respecto. "Ahora viene la parte humana, que a veces tiene que ver con el melodrama. Y esto ocurre porque ETA ha terminado y hay una sensación de recapitulación más que de contar un hecho concreto", argumenta Borja Cobeaga, diagnóstico con el que coincide De Pablo. "Ahora mismo se puede abordar como drama familiar y social, o incluso con producciones más pegadas a los hechos históricos como La línea invisible. Se abre un panorama que permite cosas que cuando ETA estaba matando eran difíciles de abordar", sostiene el catedrático de Historia.

Uno de los inconvenientes que puede acarrear esta eclosión en la pequeña pantalla es una saturación que pueda desdibujar el relato de la violencia en Euskadi e incluso pasar a ser un cliché. Cobeaga teme que pueda convertirse en lo que ha sido la Guerra Civil para el cine español; es decir, "que deje de ser una reconstrucción de lo que pasó o una historia contada por alquiler para ser mero entretenimiento". Recuerda el cineasta que las series "se ven en pareja o entre amigos sentados en un sofá" sin gran pretensión. "Eso no quiere decir que no se pueda hacer nada con enjundia, pero la verdad es que no confío demasiado en la capacidad de una ficción para convencer. Al final, son relatos subjetivos y que no se atienen mucho a lo que pasó de verdad", admite el cineasta.

Santiago de Pablo, por su parte, se muestra más optimista y cree que el boom audiovisual puede servir en el ámbito de la memoria. "Para la gente joven ETA es una cosa ya histórica, y es importante resguardar la memoria, lo mismo que hablamos de la represión en la Guerra Civil o en la dictadura", explica el catedrático, que cree que las últimas producciones estrenadas en televisión "tienden a respetar la realidad y a hacer un acercamiento respetuoso con las personas que han sufrido".

Respecto a si estamos ante una moda pasajera o ante una temática que viene para quedarse, Cobeaga augura que irá en declive: "Ya hubo una saturación de muchísimos años de Vaya Semanita y las películas de los apellidos vascos; creo que pasará también con el melodrama". De Pablo opina que dependerá del éxito comercial, pero en buena medida se seguirán contando historias sobre ETA. "Ha sido un tema tan potente para el País Vasco que tenemos que volver sobre ello", concluye.

Serie documental de siete episodios estrenada en diciembre del pasado año, bajo la dirección del reputado periodista Jon Sistiaga y producida por Movistar. Aborda la trayectoria de la organización terrorista y en general obtuvo buenas críticas.

Movistar también apostó por esta recreación basada en hechos reales, en concreto en la vida de Txabi Etxebarrieta y los primeros pasos de ETA. Dirigida por Mariano Barroso y estrenada el pasado mes de abril, fue cuestionada por su dudosa veracidad histórica.

Superproducción de HBO estrenada en Zinemaldia y basada en el superventas de Fernando Aramburu. Se trata de uno de los estrenos de los que más se ha hablado en los últimos y de momento ha dividido a crítica y público.

Estrenada también en el Zinemaldia, aborda el caso de Mikel Zabalza, detenido por la Guardia Civil y cuyo cadáver apareció días más tarde en el río Bidasoa.

Tercer estreno de temática del conflicto vasco en el Zinemaldia, narra el regreso a Euskal Herria de Alfonso Etxegarai, exmilitante de ETA deportado en São Tomé que ha pasado años en un limbo legal.

Es la apuesta de Amazon para abordar la violencia en Euskadi: una serie documental con guión del periodista José Antonio Zarzalejos. Se estrena el día 30.

A tenor de las importantes inversiones que han realizado plataformas como Movistar, HBO o Amazon, el tema suscita el interés del público

ETA es una cuestión todavía reciente que tiene todos los elementos necesarios para que funcione como producto audiovisual

La primera irrupción del conflicto vasco en el cine se produjo en los años 70 y 80, con el 'thriller' como el género predominante

"No confío demasiado en la capacidad de una ficción para convencer, son relatos subjetivos"

Cineasta

"Se abre un panorama que permite cosas que cuando ETA mataba eran difíciles de abordar"

Catedrático de Historia de la UPV/EHU