- El cementerio de Zarautz acogió un año más el acto en recuerdo Jon Paredes Txiki y Ángel Otaegi, los dos militantes de ETA fusilados en septiembre de 1975 en la recta final del franquismo, junto con los miembros del FRAP Xosé Humberto Baena, Ramón García Sanz y José Luis Sánchez Bravo.

El acto convocado por Ahaztuak se celebró ante la tumba de Txiki, donde fueron colocadas una ikurriña y una bandera republicana. Este año se cumplían 45 de los últimos fusilamientos del régimen franquista, que poco tiempo después se empezó a desmoronar con la muerte del dictador.

En el homenaje estuvo presente el miembro del Consejo Nacional de Sortu Haimar Altuna, que aprovechó el acto para poner sobre la mesa el debate sobre el relato de lo ocurrido en Euskadi en los las últimas décadas. Altuna criticó la “insistencia” que desde algunos sectores se hace para que haya un relato de “vencedores y vencidos” y aseguró que su partido no va a aceptar que le digan “lo que tiene que decir y, mucho menos sentir”.

Altuna extendió el homenaje de ayer a “todos aquellos que desde 1936 han dado su vida por la paz y la libertad de Euskal Herria”, tras lo que quiso denunciar “la insistencia de algunos de que en este pueblo haya un relato impuesto, un relato de vencedores y vencidos, que no corresponde a lo que ha pasado y además es un obstáculo para la creación de una paz justa y duradera”, advirtió.

El miembro de Sortu, uno de los tres partidos que forman la coalición EH Bildu (con EA y Alternatiba) reconoció que “todas las partes tienen derecho a crear su relato” y aseguró que Sortu “no va a imponer” el suyo, pero subrayó que “tampoco” van a aceptar que “nadie les diga lo que tienen que pensar, decir y, mucho menos, sentir”.

Altuna concluyó su intervención asegurando que Sortu “continuará con su lucha” hasta conseguir una “Euskal Herria libre, feminista y socialista”. -