- La pandemia enmudeció los discursos, pero no el recuerdo. El homenaje a las víctimas donostiarras del franquismo, que se desarrolla cada mes de septiembre en la escultura Dual de la calle Ijentea desde 2014, fue ayer más íntimo y corto a causa del COVID-19. No hubo invitados institucionales ni tampoco familiares de los 400 asesinados en la capital guipuzcoana tras la llegada de las tropas franquistas. El alcalde, Eneko Goia, y concejales de todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Donostia protagonizaron el acto de recuerdo, que consistió en guardar un minuto de silencio e insertar flores en algunos de los agujeros de la escultura, tras escuchar la música de la Banda de Txistularis. La escultura Dual, de los artistas Amaia Mateos y Tomás Villanueva, muestra un perfil de la costa donostiarra con 400 agujeros, en recuerdo de los otros tantos muertos por el franquismo.

Habitualmente, el acto tiene lugar el 13 de septiembre, cuando se cumple el aniversario de la entrada de los requetés en Donostia en 1936. Sin embargo, en esta ocasión, 84 años después, el homenaje se ha adelantado dos días para no coincidir con la final de las regatas de La Concha. La obligación de los responsables municipales de salir de la bahía a las 9.00 horas para estar listos para entregar el premio de las regatas, así como los cortes al paso de personas para evitar aglomeraciones, han aconsejado cambiar la fecha, según señaló el alcalde.

Goia explicó que, pese a su sencillez, el acto pretendía "no olvidar ese sufrimiento que padeció la ciudad a partir de ese momento y durante largos años en los que la libertad desapareció de nuestra ciudad". Asimismo, recordó que, además de los fallecidos, "muchos conciudadanos tuvieron que huir y otros perdieron la vida".

En el acto tomaron parte también el portavoz municipal del PNV, Jon Insausti; la portavoz socialista, Marisol Garmendia; la corporativa del PSE Duñike Agirrezabalaga; la portavoz de EH Bildu, Reyes Carrere; la de Elkarrekin Donostia, Aitzole Araneta; y los concejales del PP Borja Corominas y Mikel Lezama.

El recuerdo a asesinados y represaliados por el franquismo es una de las actividades de recuperación de la memoria histórica impulsada por el Ayuntamiento de Donostia, pero no es la única. La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha documentado a más de 1.675 personas a las que se habían vulnerado sus derechos entre 1936 y 1945, entre fallecidos, presos y víctimas de persecución. Desde el pasado año, además, cinco lugares representativos de la ciudad que fueron escenarios de la contienda cuentan con placas informativas.