- Dos partidos de la derecha española pidieron ayer a Pedro Sánchez que retome el control sobre la pandemia del coronavirus y recupere el mando único pasando por encima de las comunidades autónomas. Con sus matices, PP y Ciudadanos exigieron al presidente español que tome las riendas, en un debate que tiene cierta intencionalidad política de acusarlo de inacción, y también de torpedear de rebote a la Catalunya de Quim Torra, que es la comunidad que vive la situación más extrema en estos momentos y donde ya no se descarta nada.

El presidente del PP, Pablo Casado, presentó una serie de reformas legales que defiende como plan B al estado de alarma. Que el PP pida ahora que se recupere el mando único encierra cierta contradicción con su rechazo a las últimas prórrogas del estado de alarma, pero lo que hace Casado es defender un plan alternativo que implique coordinar, sin activar ese mecanismo ni orquestar un cierre total que se lleve por delante la economía. Acusó al Gobierno español de estar “desbordado” y “pasivo”, y pidió la reforma urgente de la Ley Orgánica de Medidas Especiales en materia de Salud Pública de 1986 y la Ley Orgánica de Jurisdicción Contencioso Administrativa, para poder confinar sin tener que recurrir al estado de alarma. Casado dijo que Sánchez, “como pasó en marzo, vuelve a ir por detrás de los acontecimientos”, y defendió que hay “un punto intermedio” entre el estado de alarma y el cierre total, y “lavarse las manos”, dejando la actuación en manos de las autonomías. “Hay plan B, hay plan alternativo al cierre económico ruinoso de todo un país y al confinamiento que ha causado estragos en salud mental, salud física y en economía en todos los hogares españoles”, dijo. El plan lo defenderán los presidentes autonómicos del PP en la conferencia del viernes. Casado puntualizó que quiere ser “garantista” con una modificación legal para que los presidentes autonómicos que quieran confinar una zona puedan recurrir a los tribunales superiores de justicia o al Supremo sin peregrinar por los juzgados de instancia, como ha sucedido en Catalunya.

Desde Ciudadanos, la portavoz adjunta de la Ejecutiva, Lorena Roldán, anunció que el partido iba a enviar una carta al Gobierno español para pedirle que tome el control de los rebrotes en Catalunya ante la “nefasta” gestión de Torra, que ha “perdido el control” y, a su juicio, no hace más que “volver a pedir un referéndum ilegal”. “El Gobierno no tiene excusas para no actuar en este caso”, dijo Roldán, con el argumento de que el Ejecutivo tendría suficiente con aplicar el decreto de nueva normalidad que acordó con ellos y que, según dice, establece que el Ministerio de Sanidad podrá llevar adelante acciones coordinadas con las comunidades autónomas ante un incremento de los contagios. “El Gobierno tiene que tomar el control”, insistió.

En ese contexto, la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, dejó la puerta abierta a que, tras una “valoración detallada de la situación” en Catalunya, se pueda “fortalecer o reforzar” la respuesta que está dando Torra. No obstante, siguió manteniendo que las competencias son del Govern, incluso si quiere confinar.

Por otro lado, el PP amagó ayer con movilizar a sus alcaldes ante un Gobierno español “expropiador que ha decidido que el esfuerzo que han hecho los ciudadanos pueda terminar en manos del Ministerio”. El PP dijo que pretende que le den 15.000 millones de su superávit y que les dejará gastar 2.000 millones, que el año que viene soltarán otros 3.000 y que el resto se lo devolverán del 2022 al 2032. “Suena a broma”, sentenció Antonio González Terol.

“Hay un punto intermedio entre el estado de alarma y lavarse las manos”

Presidente del PP