- Arrancó ayer el juicio por la propiedad del Pazo de Meiras ya que, mientras la Abogacia del Estado, la Xunta, la Diputación de A Coruña y los Ayuntamientos de Sada y A Coruña defienden que se reintegre al patrimonio público, la familia Franco y una sociedad mercantil, sostienen que el dictador compró el inmueble a la familia Pardo Bazán.

Dos de los testigos citados ratificaron la prestación de servicios en el inmueble por parte de personal de administraciones hasta la muerte del dictador y en el caso de agentes de la Guardia Civil en años posteriores. Así lo manifestó un vecino de Meirás, que explicó que había guardias civiles vigilando el inmueble, una tarea que en este caso se mantuvo hasta la década de los ochenta, así como “trabajadores de la Comandancia de obras y jardineros del Ayuntamiento de A Coruña para preparar el pazo”.

Otro testigo, funcionario del Ayuntamiento de A Coruña, apuntó que en la década de los 60 “y algunos años de los 70” los bomberos de la ciudad “llevaban agua al pazo” y participaron en las labores de extinción del fuego de 1978. “Había cinco o seis salidas”, aseguró sobre los desplazamientos de los bomberos antes del incendio, pero también de jardineros y, en algún caso, canteros.

Mientras transcurría la vista, más de medio centenar de personas se concentraron a las puertas de los juzgados con gritos como “El pazo es del pueblo”, “Franquismo nunca más” o “Devolución del pazo de Meirás”. Miembros de Iniciativa Galega pola Memoria, que agrupa al medio centenar de asociaciones de memoria histórica de la comunidad, y de los ‘19 de Meirás’ portaron pancartas con los lemas “Fascismo, nunca más. Fin de la impunidad ya” y otra “Acción civil pro-devoluvión”.

El vicepresidente de la Diputación de A Coruña, Xosé Regueira, afirmó tener “grandes esperanzas” en que el juicio “acabe de una vez con el expolio”. Por su parte, para la candidata del BNG a la Presidencia de la Xunta, Ana Pontón, “es de justicia que el pazo se devuelva”. “Es una reparación a las víctimas, es caminar hacia la verdad para cerrar los pozos negros del franquismo”.