¿Cómo encara el PSE esta campaña tan atípica y qué esperan del 12-J?

-Sí, es muy atípica y no podemos hacer lo que más nos gusta a los socialistas: estar en la calle, repartir rosas... Pero creo que son unas elecciones muy importantes, el 12 de julio nos jugamos mucho en Euskadi y espero que seamos capaces entre todos los partidos de animar a la ciudadanía vasca a que vaya a votar.

¿Hay preocupación real ante una escasa movilización del electorado?

-Es verdad que es verano, salimos de una pandemia y de un largo confinamiento y la gente disfruta mucho de la libertad recuperada y el tiempo libre. Igual pueden existir algunos puntos menos de participación, pero esperemos que entre todos podamos animar a la gente.

¿Cómo se convence de que acuda a las urnas a quien tiene miedo al contagio?

-Yo creo que el contagio no debiera de ser la causa para que los ciudadanos vascos no vayan a votar. Desde las instituciones están poniendo todos los medios para que la gente no se contagie, ya sean los miembros de mesa o los representantes de los partidos como los ciudadanos. Se han puesto todos los medios para que nadie se contagie, las medidas de higiene, la separación, el espacio... Podemos estar tranquilos en ese aspecto. Hemos renovado todas las instituciones, desde Europa a los ayuntamientos, y solo queda el Parlamento Vasco.

Según las encuestas y atendiendo a la aritmética, todo apunta a que la única opción viable será la reedición del pacto PNV-PSE.

-La aritmética da muchas posibilidades: un pacto entre nacionalistas y socialistas como el que hemos tenido hasta ahora, un pacto entre EH Bildu y el PNV, o la suma de los tres partidos de izquierdas que pide Podemos todo el rato. Las urnas están abiertas. Lo que es cierto es que la única garantía de que haya políticas de izquierdas en el Gobierno es votar al PSE, porque nosotros somos los que con nuestra presencia en los gobiernos y nuestra apuesta por la estabilidad hacemos posibles las políticas de izquierdas.

Si creen que el pacto con el PNV ha funcionado lo lógico sería repetirlo, ¿no?

-Nosotros hemos sido muy claros en todo momento: yo hace cuatro años me comprometí con los votantes a emplear todos sus votos en mejorar la vida de los ciudadanos, dar estabilidad a Euskadi y no permitir que desde el Gobierno vasco se hicieran políticas de dividir a los ciudadanos o de encaminarnos a la situación catalana de ruptura social y paralización económica. Hemos cumplido con esos objetivos, creo que Euskadi ha conocido los años más tranquilos de su historia. Lamentablemente ahora ha llegado la pandemia y tenemos que volver a empezar en algunas cuestiones y establecer prioridades. Pero otros partidos no están siendo tan claros, hay quienes apuestan por una coalición tripartita de izquierdas pero que no dicen qué harán si esa coalición no sale adelante. Y luego yo tampoco he escuchado ni a Bildu ni al PNV renunciar a una coalición nacionalista, porque de hecho el acuerdo de la legislatura más relevante políticamente lo firmaron el PNV y Bildu en la reforma estatutaria, en las bases de reforma del Estatuto.

La otra opción sobre la mesa es ese tripartito de izquierdas, que usted misma ha rechazado. ¿Cuáles son los motivos?

-Uno histórico y reciente al mismo tiempo: para construir un acuerdo de Gobierno, para gobernar un país, necesitas compartir además de una hoja de ruta de políticas concretas unas bases éticas. Es decir, yo no puedo compartir Gobierno y construir el futuro de Euskadi con alguien que es incapaz de condenar algo que ha pasado antes de ayer en el portal de mi casa, el ataque que sufrí. O que todavía hoy Bildu sea el único partido en el Parlamento Vasco que es incapaz de condenar el terrorismo de ETA y sus asesinatos. Porque todos los demás condenamos el terrorismo del GAL, del Batallón Vasco Español, de la Triple A... y todas las vulneraciones de derechos que se han hecho en este país. Pero ellos no, ese es el hecho diferencial. Hasta que no consigamos acabar con ese hecho diferencial, quedará pendiente eso en Euskadi.

¿Y qué tal sintonía hay con este nuevo Podemos Euskadi?

-Yo, que me dedico a la política activa, estoy despistada con Podemos; así que no quiero imaginar cómo estarán los ciudadanos vascos. Cuando miro al Podemos de Euskadi recuerdo cuando llegaron al Parlamento Vasco diciendo que no eran ni de derechas ni de izquierdas. Luego de repente descubrieron que eran la izquierda vasca, para terminar diciendo que eran la izquierda útil. Después de perder tres años deciden acordar y convertirse en un actor útil en la esfera política vasca y resulta que vienen otros y empiezan de nuevo. Porque la apuesta de la candidata de Podemos es hacer un tripartito de izquierdas. ¿Y si no hay tripartito de izquierdas qué van a hacer con sus escaños? ¿Se va a dedicar a perder el tiempo y no acordar ninguna política en beneficio del conjunto de la ciudadanía? No me salen más que dudas.

Dice Andoni Ortuzar que en el PSE hay sectores que sí ven bien la idea del tripartito.

-Los socialistas evidentemente quieren un liderazgo socialista, quieren a Idoia Mendia como lehendakari. Lo que sí es cierto es que en el PNV las bases son muy soberanistas, y esas sí que querrían mucho más un acuerdo con EH Bildu para gobernar Euskadi y sobre todo para sacar adelante su proyecto de nuevo estatus para Euskadi, que el PNV vuelve a llevar en su programa con todos los ingredientes.

El PSE centra la campaña en la colaboración con el Ejecutivo de Sánchez y en dejar a un lado las guerras competenciales. ¿Es efectivo esto para los votantes vascos que desean más autogobierno?

-El tema de las competencias es una cuestión que tenemos clarísima, hay que completar el Estatuto de Gernika y todas las competencias pendientes se están trabajando y están llegando a Euskadi gracias a un calendario y un compromiso del PSOE. Cuando yo hablo de que en Euskadi tenemos que mirar más a la solución de nuestros problemas me estoy refiriendo a nuestra organización interna como país; es decir, no podemos dejar de responder a los dependientes, a nuestros mayores en las residencias con sus necesidades, porque eso esté en manos de las diputaciones y luego sea el Gobierno vasco quien tiene las competencias sanitarias. Creo que Euskadi es un país pequeño, con poco más de dos millones de habitantes, y necesitamos ser eficaces. Esta pandemia nos lo ha puesto encima de la mesa, la gente en la calle no estaba a la disputa de quién es el competente de qué sino de que se resolvieran los problemas. Tenemos que mirar más como un único país, sin estar mirando siempre de reojo las diputaciones al Gobierno vasco o a los ayuntamientos. Hay que ver cómo podemos responder a los problemas que tienen los vascos y las vascas, porque lo que nos ha pasado puede volvernos a pasar y tenemos que estar preparados. Y el Gobierno vasco solo tampoco puede, tiene que ir de la mano del Gobierno de España y de las instituciones europeas.

Será la legislatura de la reconstrucción en la CAV. ¿Cómo se aborda un reto tan abrumador?

-Tenemos que tener las ideas claras, creo que los diagnósticos son bastante similares entre ellos, pero es necesario poner encima de la mesa los puntos de vista de los agentes sociales y de la sociedad civil, y coordinarnos con el conjunto de las instituciones, con las diputaciones y los ayuntamientos, para después ofrecer al conjunto de los partidos vascos con representación en el Parlamento un gran acuerdo para una generación. Si entre todos conseguimos acertar, Euskadi va a salir mucho más fuerte de esta crisis, aunque van a ser unos momentos duros. Pero también es verdad que tenemos experiencia de crisis anteriores y nos hemos reinventado siempre y hemos sabido encontrar oportunidades donde había dificultades.

¿Habrá que hacer recortes?

-No. Los recortes es que no son buenos, se ha demostrado que no lo son. Y así se ha visto en otras comunidades autónomas donde por ejemplo se habían hecho recortes en Sanidad y se ha notado muchísimo. Yo creo que tenemos que seguir haciendo una apuesta clara por el reforzamiento de los servicios públicos, especialmente la Sanidad. Como tenemos unas cuentas saneadas, creo que el endeudamiento puede ser una oportunidad para poder sostener los servicios públicos y hacer inversiones estratégicas.

¿Y tocará subir los impuestos para afrontar el gasto público y ese endeudamiento que viene?

-Ese es un análisis que habrá que hacer, pero no es un momento de concurso de ideas. Creo que no hay que hacer muchos experimentos, sabemos que la economía está en un momento delicado. Hay que analizar la fiscalidad como una herramienta que tiene que servir para obtener recursos pero también para ayudar a la economía.

Más allá del covid, otro tema vital sobre la mesa son las transferencias. ¿Se va a acelerar el calendario una vez superada la emergencia sanitaria?

-Se ha recuperado este calendario clarísimamente. La pandemia puso en pausa el acuerdo de transferencias que se iban a hacer en febrero y se han tenido que hacer en junio. No pasa nada, habrá una actualización de ese calendario y se seguirán los pasos para ir cumpliendo el Estatuto.

¿Hay una verdadera determinación a transferir por parte del Gobierno español?

-Pedro Sánchez ha dado unas señales que nunca antes había dado ningún presidente del Gobierno de España. No solo un compromiso firme con el autogobierno y las relaciones de cooperación, sino que además ha hecho un calendario. Eso no lo había hecho nadie antes.

Diversos ejecutivos españoles han prometido traspasos que después no han cumplido.

-También porque el PNV durante muchos años pedía las competencias de manera contraria a como estaba recogido en el Estatuto y por lo tanto no se podía hacer de esa manera. Y hay que recordar que en el 98 con el Pacto de Lizarra el PNV enterró la vía estatutaria y fuimos los socialistas quienes rescatamos el Estatuto en 2009.

Un tema candente en el Estado que afecta de lleno a Euskadi y en especial al PSOE es el de las revelaciones sobre los GAL. ¿Hay que investigar a fondo este asunto y, en concreto, a Felipe González?

-Con respecto a los GAL nosotros siempre nos hemos pronunciado con rotundidad y con claridad. Es una banda terrorista que no tuvo que haber existido, tú no puedes combatir el terrorismo con terrorismo. Con respecto a los papeles que se han conocido, no son nuevos, son unos papeles viejos. Por lo tanto, creo que no han aportado nada nuevo y todos los asuntos relacionados con los GAL que acabaron en los tribunales ya están juzgados. Felipe González nunca ha estado en ningún asunto de los GAL en los tribunales y tampoco el PSOE. Yo creo que si alguien considera que tiene algo nuevo que aportar, donde tiene que ir es a los juzgados.

¿Se ha vuelto González una figura incómoda para el PSOE entre las revelaciones sobre los GAL y sus declaraciones contra el Gobierno de coalición?

-No, a mí no me parece en absoluto una persona incómoda. Fue un gran presidente para España, modernizó España y, de hecho, la Sanidad pública de la que disfrutamos hoy fue hecha desde sus gobiernos. Creo que lo que hay detrás de todo esto es, como siempre, un afán de la derecha española de manchar la tradición democrática del PSOE y ensuciar el nombre de un presidente como Felipe González.