- El PNV presentó ayer un programa electoral que pretende que encaje como un guante en las nuevas necesidades que ha provocado la crisis sanitaria del coronavirus. En un contexto marcado por la pérdida de 68.000 empleos que se prevé para este año, el candidato a la reelección como lehendakari, Iñigo Urkullu, se desplazó ayer hasta el Palacio Euskalduna como símbolo de la reconstrucción de los viejos astilleros, y se envolvió en el mensaje de la gestión para superar este bache con una Estrategia Global de Empleo y Reactivación Económica que busca facilitar la creación de 150.000 nuevos puestos de trabajo en la próxima legislatura, hasta alcanzar la cifra mágica de un millón de empleados en 2025. El objetivo es situar el paro en los niveles previos a la pandemia, por debajo del 10%, un reto que Urkullu ha colocado en el centro y al que se añade el carácter prioritario de la transferencia a suelo vasco de la gestión de las ayudas por desempleo.

Ofrece un Plan Especial de Empleo dotado con 1.500 millones, que incluye un plan de choque juvenil para ofrecer una primera experiencia a 30.000 jóvenes. Se suma la preocupación por la salud, con el anuncio de 4.000 plazas en las ofertas públicas de empleo para reforzar la plantilla estructural de Osakidetza. Urkullu apostó por reconstruir lo destruido por la pandemia y, en ese contexto, defendió el refuerzo de los servicios públicos y el autogobierno y, muy en concreto, la sanidad para seguir en la "vigilancia" contra el virus, y la protección social para los más golpeados por la crisis económica, "sin dejar a nadie atrás". Ofreció "confianza, proyecto y modelo" porque el PNV ha dejado unas cuentas saneadas, con un déficit del 0% desde 2017, que ahora permite endeudarse y da "margen para la recuperación". "Nos ha pillado con los deberes hechos", dijo.

Presentó un programa expansivo, de inversión y no recortes, y llegó a ofrecer un acuerdo de "10.000 millones" por el empleo que se extrae de sumar el plan de trabajo e inversiones con otros agentes. El líder del PNV, Andoni Ortuzar, exhibió un "futuro seguro" frente a "ocurrencias bienquedas". El acto sirvió de ensayo a unas horas de que hoy arranque la campaña del 12 de julio. El PNV extremó la precaución dando el programa a la prensa en un pendrive para evitar los folios en mano, hubo gel hidroalcohólico y separación entre sillas.

El PNV presentó un documento de unas 420 páginas que duplica el que registró en las elecciones autonómicas de 2016, y con el que se reivindica como partido de gobierno, con una exhibición de fuerza y con el lema Euskadi Zutik, ¡saldremos!. Trata de proyectar que está en sintonía con retos del futuro como la transición energética, sin renunciar al autogobierno (se vuelve a apostar por el derecho a decidir y se mantiene la idea de una consulta habilitante antes de llevar el nuevo estatus al Congreso de los Diputados), y la convivencia.

El principal reclamo es el empleo. El plan de choque para el empleo juvenil tendrá una dotación de 150 millones, y se destinarán 140 a los planes locales y comarcales, donde se apuesta por dar prioridad a los jóvenes, los mayores de 45 años, los parados de larga duración y otros colectivos vulnerables. Se pretende impulsar un acuerdo piloto con 25 empresas para que implementen un "salario vital". Junto a todo ello, el PNV "prioriza" reclamar al Estado el traspaso de la gestión del sistema de protección frente al desempleo, además del régimen económico de la Seguridad Social (el pago de las pensiones) respetando "el carácter unitario del sistema".

El PNV pone en valor Osakidetza y la educación. Se perfila una Ley de Salud Pública con "medidas de alerta e intervención para prevenir amenazas" como el coronavirus. Contemplará un mínimo de reservas en equipos de protección y reforzará la plantilla de expertos en epidemias. Se van a incorporar 4.000 personas en las OPE, y la atención primaria se reforzará con 400 nuevas plazas. En educación, se propone un Plan de Digitalización en todos los centros, y reducir la interinidad del profesorado público en diez puntos. La crisis económica va a situar en el centro la protección social, y se propone aumentar en un 20% los convenios de inserción laboral para perceptores de RGI, incrementar la ayuda para familias con hijos y reducir a dos años el requisito del empadronamiento en su caso, y un 10% más en las partidas de las ayudas de emergencia social en municipios con mayor pobreza.

Destaca por su volumen un acuerdo por la ciencia, tecnología e innovación que movilizaría una inversión conjunta público-privada en I+D+i de 20.000 millones en la década 2020-2030. Se aboga por aumentar cada año un 6% el presupuesto destinado a la investigación en esta década. Fija cinco compromisos y acuerdos de país: empleo, innovación, clima, juventud y salud. Expone políticas verdes como reducir un 30% la emisión de gases de efecto invernadero desde 2005, que las energías renovables sean un 20% del consumo final, y que Euskadi se sitúe entre los cuatro primeros países europeos en eficiencia energética. La apuesta sigue siendo industrial, con la idea de que supere el 40% del PIB, pero hay medidas para hostelería y comercio.

"Hemos cumplido la palabra dada y esta crisis nos pilla con los deberes hechos; hay margen para la recuperación"

Candidato a lehendakari por el PNV