- La prioridad de Urkullu es el empleo, pero no implica que vaya a renunciar a otros objetivos como la ampliación del autogobierno que, de hecho, le parece clave para afrontar retos como el que ha supuesto el coronavirus. El programa mantiene la apuesta por el derecho a decidir pactado e, incluso, someter a consulta el nuevo estatus que pacten los partidos en el Parlamento Vasco para hacer fuerza y ganar legitimidad antes de abordar la negociación con el Estado en el Congreso de los Diputados, la llamada consulta habilitante. Estas dos propuestas lo separan de sus socios del PSE, pero el PNV las mantiene tal y como las defendió su jurista Legarda en el texto pactado parcialmente con los expertos del socialismo y Elkarrekin Podemos: dice que la plena realización de los derechos históricos se exterioriza a través del derecho a decidir de la ciudadanía libre y democráticamente expresado, siendo su ejercicio pactado con el Estado. Defiende que “no es una opción patrimonio de los nacionalistas vascos; se trata de un derecho básico de la ciudadanía, un derecho democrático que debe ser reconocido y su ejercicio concreto debe ser pactado y regulado legalmente” , y pide una relación bilateral de naturaleza “confederal” con el Estado, con una Comisión de Concierto Político y una Junta Arbitral para los conflictos de competencias.