- Pilar Garrido tiene todos los boletos para dirigir Podemos Euskadi, y lo hace con la vista puesta en la crisis sanitaria que aún debemos doblegar, en la crisis económica y social que dejará tras de sí la pandemia y con las elecciones vascas en el horizonte próximo del 12 de julio.

¿Qué partido se va a encontrar?

-En estos seis años hemos tenido demasiados frentes abiertos y hemos descuidado un poco el partido, la organización. Creo que es una de las patas que me tocará fortalecer. Somos conscientes de que lo que toca en esta nueva etapa es hacer una organización fuerte para defender un proyecto político alternativo.

En Podemos -Ahal Dugu ha habido siempre muchos sectores en tensión. ¿Se ha acabado ya?

-Somos un partido muy joven, solo seis años, aunque parezca lo contrario, y hemos tenido que correr mucho y hacer frente a muchos obstáculos. Eso también ha hecho que existan esas tensiones desde dentro. Sobre todo porque nacimos del movimiento 15-M, que es muy plural y transversal. Tensiones y diversidad va a seguir habiendo. Lo que tenemos que aprender es a gestionar esas tensiones.

Tras su dimisión como secretario general ¿qué papel va a tener Lander Martínez en el partido?

-Entendieron que las bases no revalidaron su proyecto y dieron un paso atrás. Sinceramente espero que personas como Lander, tras descansar de la actividad que ha llevado a cabo en los tiempos precedentes, sigan formando parte del proyecto porque son personas que pueden aportar.

Eran partidarios de que las elecciones fueran más tarde, bien en septiembre u octubre.

- Creemos que en la crisis más grave que ha tenido este país en el último siglo motivada por el COVID-19 quizá no era el momento de plantear una contienda electoral porque las personas están a otras cosas. Dijimos que no había prisa y que lo mejor era intentar salir todos juntos de la crisis sanitaria. El lehendakari decidió convocar los comicios para julio y eso nos aboca a la contienda electoral donde defenderemos que el proyecto de Podemos Euskadi es más necesario y está más vigente que nunca. Solo hay que escuchar al resto de partidos para ver que no se sabe si van o vienen.

¿Con qué perspectivas abordan estos comicios? La encuestas apuntan a un retroceso.

-Lo de las encuestas es el cuento de siempre. Todas nos dan bajadas muy importantes y luego, generalmente, no tiene nada que ver con los resultados y la ciudadanía nos da su confianza. Respeto las encuestas, pero creo que no reflejan lo que puede pasar el 12 de julio. El proyecto que necesita Euskadi es el que abandera Podemos Euskadi y que haya un gobierno que se corresponda con la sociedad vasca, que es mayoritariamente progresista y de izquierdas.

¿Y después qué? ¿Un pacto de izquierdas con PSE y EH Bildu? ¿Cómo de interesados ve a socialistas y a la coalición soberanista de cara a ese tripartito?

-Por eso digo que Podemos es imprescindible para poder conformar ese gobierno de izquierdas. Tendremos que tirar del PSE para que salga de las faldas del PNV y también tendremos que tirar de Bildu para que apueste más por un proyecto cuyo eje sea la justicia social y deje de mirar de reojo al PNV para conformar un eje soberanista. Nuestro papel es esencial y espero que tiremos de unos y otros, del PSE y Bildu, para conformar un gobierno tripartito de izquierdas en Euskadi que es el que aspira la mayoría de este país y el que se necesita para salir de esta crisis.

Bildu aboga por el derecho a decidir y caminar hacia la independencia, el PSE por completar el Estatuto para ejercer el autogobierno ¿Podemos?

-Podemos Euskadi es la única fuerza capaz de aunar ambos ejes, tanto el identitario como el eje de clase, y visto, además, desde una perspectiva feminista. Tenemos que unir redistribución de la riqueza y reconocimiento de las identidades. Podemos Euskadi lo tiene muy claro y sabe qué papel le toca jugar.

Comparten el gobierno del Estado con el PSOE. ¿Eso puede ayudar a convencer al PSE de hacer lo mismo en Euskadi con Bildu?

-Al final se trata de ver lo que necesita la sociedad vasca y las tres fuerzas entienden que nuestras bases acogerían con esperanza y mucha ilusión ese proyecto y ese gobierno tripartito de izquierdas. No podemos mirar hacia atrás, debemos dejar algunas mochilas en el camino y pensar en lo mejor para la sociedad vasca.

¿Cómo debe ser ese gobierno que propugna para después de las elecciones del 12 de julio?

-Necesitamos un proyecto político que avale la salida de la crisis y ese proyecto no es desde luego el que conforman PNV y PSE. Ya vemos cómo funcionan. Es el PNV quien hace las políticas y en cuanto al PSE, hay veces que incluso me olvido de que los socialistas están en el Ejecutivo vasco. No impregnan nada al PNV y por eso necesitamos ese gobierno de izquierdas para aprobar medidas que vayan en beneficio de la mayoría social. Debe ser también un gobierno que vele por la industria vasca, que mire en el horizonte de la conciencia ecológica.

Desde Podemos abogan por acabar con la hegemonía del PNV. Casa poco con haber aprobado sus presupuestos.

-Son cosas distintas y son direcciones distintas en Podemos, la que decidió apoyar las cuentas y la que puede dirigir el partido en los próximos años. Nosotros de hecho criticamos el apoyo a esos Presupuestos, pero no porque fueran del PNV, sino que pensábamos que no eran los que necesitaban la sociedad vasca.

La revisión crítica del pasado por parte de la izquierda abertzale puede suponer otro freno a esa alianza de izquierdas con PSE y EH Bildu. En las últimas semanas han arreciado los ataques a batzokis, Casas del Pueblo, e incluso sedes de Podemos y de la propia EH Bildu.

-Hay que decir que la sociedad vasca ya ha optado. Es una sociedad que ha construido un camino de paz y convivencia. Y lo hemos hecho entre todos y todas. Que existan grupúsculos que ataquen sedes, es algo que da tristeza, pero no representa el sentir mayoritario de la sociedad vasca. Toca mirar hacía adelante y fortalecer las vías de diálogo y convivencia.

Para prorrogar el estado de alarma, el Ejecutivo español ha contando con el apoyo del PNV, algunas veces con la abstención de ERC e incluso el voto a favor de Ciudadanos. ¿Esto es la transversalidad de la política?

-Lo que sucede con el estado de alarma y la negociación de sus apoyos parece extraño, pero debería ser la normalidad. El gobierno de coalición cuenta con el apoyo de diferentes fuerzas y esos apoyos hay que revalidarlos en cada una de las situaciones. Estamos en un contexto en el que es necesario buscar, dialogar y negociar acuerdos. Eso es cultura democrática y no debería extrañar que se negocie y se lleguen a acuerdos.

¿Qué supone que Euskadi y Nafarroa gestionen el Ingreso Mínimo Vital? Hay quien ve una concesión al PNV a cambio del apoyo a la prórroga del estado de alarma.

-El Ingreso Mínimo Vital lo aprueba el gobierno de coalición del Estado, y Unidas Podemos ha tenido un papel fundamental. Otra cuestión es quién lo gestiona. Lo lógico es que los ciudadanos tengan la máxima facilidad para acceder a esa prestación y que no se pierdan en trámites y papeleos. Y para acercar lo más posible tenemos la ventaja en Euskadi y Navarra que las prestaciones no contributivas van a través del Cupo. Me llama la atención que el PNV lo venda como un logro suyo cuando era algo que el Gobierno y nuestro partido, como miembro del Ejecutivo, lo teníamos ya muy pensado. La mejor manera para que llegue a la ciudadanía es que lo gestione el Gobierno Vasco y el navarro. Es algo que no se puede hacer con otras comunidades porque están en el régimen común. Pero que el PNV no lo venda como un éxito suyo. Ha hecho lo que tenía que hacer.

De lo que no se libra el Ejecutivo de Pedro Sánchez son de las andanadas semanales. Por lo que respecta a EH Bildu y la reforma laboral no parecía haber mucha entente entre Podemos y el PSOE. ¿Se acordó la derogación integral o solo una parte?

-Los partidos cuando no tienen claras las cosas se lían en cuestiones menores. En Podemos hemos apostado siempre por la derogación integra de la reforma laboral del PP.

Sin embargo, la ministra de trabajo, Yolanda Díaz, que es de Izquierda Unida, se mostró más conciliadora que Pablo Iglesias con patronal y sindicatos.

-Como ministra quiere proteger el acuerdo social, y me parece bien. Pero creo que la ministra Yolanda Díaz tiene más claro que nadie el daño que hace la reforma laboral.

¿Hay sintonía entre las dos fuerzas del gobierno de coalición?

-Creo que sí. Hay un único gobierno con diferentes sensibilidades, pero cohesionado. Qué puede haber tensiones, no tengo ninguna duda, pero vamos a empujar en un sentido

Con respecto a la destitución del coronel de la Guardia Civil Perez de los Cobos por el informe sobre las marchas feministas, ¿el 8-M fue un foco de propagación del virus?

-Es una chorrada y permítame la expresión. Lo que se pretende es parar es el impulso feminista, que es sobre el que van a pivotar los grandes cambios de este país. Se le tiene miedo y por eso se le ataca. Así, partidos y ciertos ámbitos del poder judicial aprovechan la manifestación del 8-M para atacar al Gobierno y al movimiento feminista.

Ahora que está en la palestra la Guardia Civil, ¿en esta crisis no se ha visto mucho uniformado como si estuviéramos en una guerra?

-Creo que fue desacertada la opción de poner en primera fila en todas las comparecencias a tanta gente con tanto uniforme y con tantas medallas. Luego se rectificó porque se vio que no era necesario.

¿Cómo valora las movilizaciones que comenzaron en el barrio de Salamanca y se han extendido a otras ciudades? ¿Es un 15-M, pero de la derecha?

-Es otro toque de atención de las elites burguesas que no aguantan que haya un gobierno que defienda los derechos de las mayorías sociales. Ya hemos visto cómo salen a la calle y ni siquiera guardan las distancias y ponen en peligro la salud pública. Es un ramalazo más de la derechona de este país.

¿El PP tiene miedo que Vox le coma el electorado de derechas?

-Va a ser que sí. Creo que el PP se ha tirado al monte porque no quiere que Vox le coma terreno y piensa que la manera de hacerse más fuerte es asumir el discurso extremista de Vox. Casado ha optado por llevar a su partido al monte para acompañar a Vox. Es una opción equivocada, pero es su estrategia.

Tras la crisis sanitaria llega la crisis económica. ¿Cómo de duro nos aguarda el futuro?

-Lo que nos aguarda va a ser muy duro. Llega una crisis económica y social muy grave que van a sufrir los grupos más vulnerables y las mayorías sociales. Si miramos a Euskadi vemos que hay muchas personas que todavía no habían salido de la anterior crisis. La mitad de la población estaba en la cuerda floja. De esa gente, mucha va a caer del lado de la exclusión y por eso es tan importante que en las elecciones de julio salga un gobierno que tenga claro que hay que salir de esta crisis en clave de solidaridad y justicia social.

Siempre se acude al tópico de no dejar a nadie atrás, pero en la anterior crisis ya se quedaron muchos atrás.

-Ahí está la diferencia. No podemos salir de esta crisis como salimos tras la que se sufrió en 2008. Entonces se optó por proteger a las elites, por beneficiarles con rescates a la banca mientras que por el otro lado se desahuciaba a las familias. Ahora debemos hacer todo lo contrario. Hay que favorecer a las mayorías sociales protegiendo sus derechos y hacer que las entidades bancarias, las corporaciones y las grandes fortunas se hagan corresponsables para que salgamos de esta crisis. Esta es la gran diferencia entre lo que debe hacerse ahora y lo que pasó en la crisis de 2008.

"La bases de los partidos acogerían con ilusión un gobierno de izquierda con Podemos, PSE y EH Bildu"

"Que el PNV no venda como un logró la gestión del Ingreso Mínimo Vital, es algo que el Gobierno lo tenía pensado"

"No hay que liarse en algunas cuestiones, Podemos quiere la derogación íntegra de la reforma laboral del PP"

"No sé si tenía que ser, pero creo que fue desafortunado poner en las comparecencias a tanto uniforme y medallas"