- Las nuevas revelaciones periodísticas sobre la presunta fortuna del rey Juan Carlos en Suiza vuelven a poner en jaque al emérito. El abogado y gestor de la cuenta suiza del monarca emérito en el país helvético, Arturo Fasana, ha declarado al fiscal jefe del cantón de Ginebra que Juan Carlos I le entregó en 2010 en Ginebra 1,7 millones de euros que había recibido como donación del rey de Baréin Sheikh Hamad Bin Isa Al-Khalifa. En esa época Juan Carlos aún era jefe del Estado. Su abdicación fue anunciada el lunes 2 de junio de 2014 y se hizo efectiva el 19 de junio.

La confesión de Fasana, que ha sido revelada por El País, se encuadra dentro de la causa judicial que investiga los movimientos de la fundación panameña Lucum en la que el rey emérito era primer beneficiario.

El fiscal suizo tomó declaración a Arturo Fasana en octubre de 2018 como investigado por un presunto delito de blanqueo de capitales y le preguntó sobre las razones por las que Juan Carlos I recibió 1,7 millones de euros el 7 de abril de 2010 del sultán de Baréin y el gestor respondió lo siguiente: “Juan Carlos I es una persona apreciada en los países del Golfo. Volvía de Abu Dabi y vino a mi casa a Ginebra. Quería almorzar conmigo. Me dijo que había recibido 1,9 millones del sultán de Baréin, que le había ofrecido este dinero. Escribí un informe de visitas y pedí al banco si podía entregar el dinero. Me dijeron que sí”. De hecho, según la declaración judicial de Fasana, el rey emérito acudió a su domicilio particular con una maletín que supuestamente contenía el dinero.

La Fiscalía suiza mantiene imputados en esta investigación a Corinna Larsen, el gestor Fasana y el abogado Dante Canónica, quien trabajó durante años en el despacho de éste último, por un delito de “blanqueo agravado de capitales”. La hipótesis de la Fiscalía suiza es que los fondos transferidos por Juan Carlos I proceden de comisiones irregulares en países de Oriente Medio y que Fasana y Canónica actuaban de testaferros. Una de esas comisiones irregulares sería esta de 1,7 millones de euros y la mayor de las comisiones descubiertas ascendería a 100 millones de dólares que Juan Carlos I habría recibido en 2008 de Arabia Saudí por mediar en la construcción del AVE a La Meca con empresas españolas.

El rey tuvo que cerrar la cuenta en 2012 de su fundación Lucum porque Suiza había endurecido su legislación y trasladó esos fondos a una sociedad en Bahamas de su amiga Corinna Larsen. En esa misma cuenta de la fundación Lucum es donde se ingresó la “donación” del sultán de Baréin.

El actual rey , Felipe VI, fue informado hace un año por los abogados de Corinna Larsen de que es el segundo beneficiario de la fundación Lucum en la que Juan Carlos I ingresó la donación de Arabia Saudí. Sin embargo, no fue hasta la promulgación del estado de alarma y tras darse a conocer a la opinión pública a través de medios internacionales cuando Felipe VI, a través de un comunicado, informó a la ciudadanía de esta situación y de su intención de renunciar a la herencia de su padre.

Menos popular. La popularidad del rey Felipe VI sigue cuesta abajo y es la primera vez que los españoles suspenden la labor del monarca al frente de la Monarquía desde que fue proclamado rey ante las Cortes Generales en junio de 2014. Una encuesta que SocioMétrica ha hecho entre el 21 y el 28 de abril para El Español sostiene que los españoles le evalúan con un 4,8, dos décimas menos que el aprobado raso que obtuvo el 1 de abril. Desde que Felipe VI heredó la Monarquía, ha recibido una evaluación favorable mantenida en el tiempo pero las últimas revelaciones sobre las cuentas de su padre han mermado su valoración.