- Quim Torra reclamó ayer a Pedro Sánchez gestionar la desescalada desde Catalunya, devolviéndole las competencias, porque “si algo ha quedado claro en la fase del confinamiento es que la centralización no ha funcionado”, alarmado además el Jefe del Govern por los comentarios que le llegaban de las imágenes de la salida de los menores a la calle, ya que él hubiera preferido hacerlo por franjas de edad y horarios. El president mantuvo que la “lentitud del Gobierno español en la toma de decisiones” puede dar lugar a una crisis humanitaria, además de sanitaria y social”, de ahí que planteó tres opciones a Moncloa: levantar el estado de alarma para que así cada autonomía pueda volver a ejercer sus competencias; mantenerlo solo en aquellos territorios que prefieran que sea el Ejecutivo central el que gestione el desconfinamiento; o modificar la alerta “para que la autoridad competente sean los gobiernos territoriales”.

El Jefe del Govern reprochó a Sánchez haber anunciado nuevas medidas el sábado sin haberlas debatido antes en la reunión de ayer: “No se cómo se puede decidir desde Madrid sin tener en cuenta la opinión unánime de la comunidad médica y científica catalana”. Por ello, propuso trasladar al sábado las reuniones telemáticas de líderes territoriales para evitar que sigan siendo el “eco” de aquello que el dirigente socialista ha anunciado un día antes en rueda de prensa. “Pongamos la vida y la salud de los ciudadanos por delante de cualquier otro criterio en la toma de decisiones”, solicitó el president.

En paralelo, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, lamentó que Sánchez no haya querido “escuchar ni tener en cuenta” el plan de la Generalitat, basado en criterios científicos, y destacó que si bien al principio solo Torra estaba pidiendo organizar el confinamiento desde Catalunya, “ahora cada vez hay más voces de presidentes de comunidades que reclaman que se les devuelvan las competencias y poder descongestionar todo este proceso”. A su juicio, debería gestionarse “desde los territorios, porque nadie mejor conoce la idiosincrasia y la realidad de su entorno inmediato”. Según Budó, “no es lo mismo Catalunya, con 50.000 casos positivos, que Canarias, que no tienen más de 2.000”.