1.Humildad. No somos Homo Deus pero debemos seguir siendo Homo Sapiens. Un bichito en China ha creado una crisis devastadora. Hemos aprendido la importancia del conocimiento, la ciencia, sanidad, educación, industria, y no olvidemos la cultura, para responder ante situaciones imprevistas. Repensar nuestros valores y prioridades, e impulsar una ética de la solidaridad. El bienestar de todos es nuestro bienestar. La ética es el mejor pragmatismo. Si abandonamos el tercer mundo a su suerte, el virus mutará y volverá con fuerza. Cuidar lo público y la alianza público-privada. Con una gestión inteligente lejos de burocracias injustificadas e innecesarias. Requiere también conocer bien la red de conocimento y talente del Pais para funcionar de la manera mas eficiente.

2.No lo sé. No sabemos bien dónde estamos, a falta de los anunciados test de detección que tardan en llegar, como para poder hablar de salida. La pandemia ha mostrado nuestra fragilidad, nuestra vulnerabilidad. No saldremos de esta sin la cooperación de todos, personas, naciones, estados, etc.

3.Un modelo proteccionista nunca será autosuficiente ni conveniente, pero sí, en nuestro caso, cuidar nuestro sistema productivo. Dentro de una globalización inteligente y humana. Hemos visto debilidades, pero también fortalezas. Sería catastrófico que las urgencias del momento nos llevasen a olvidar el largo plazo en educación, en Universidad, en investigación, tanto aplicada, como sobre todo básica. El próximo problema global puede ser algo muy diferente a un virus, y debemos estar preparados con un arsenal de posibilidades para afrontar lo que venga. Los grandes problemas de la humanidad: la salud, la energía, el agua, el equilibrio con el entorno natural, el crecimiento de la intolerancia y los fundamentalismos, requerirán más educación y más ciencia, más conocimiento. La sublime utilidad del conocimiento aparentemente inútil. El conocimiento es caro, pero mucho más, lo estamos padeciendo, lo es la ignorancia. Necesitamos un aumento del conocimiento y también de la sabiduría en su uso. Conocer para entender, entender para actuar. La ciencia, aunque imperfecta, es lo mejor que tenemos colectivamente.

4.Con optimismo. El pesimismo, sobre todo en público, es estéril. Cuidando a los mayores. La altura moral de una sociedad se mide en el cuidado a los débiles. Valorando lo bueno que tenemos, aprendiendo de estos meses. Nuestra juventud ha recibido en este tiempo un curso acelerado que suele llevar muchos años, toda una vida. Nuestra democracia, con sus limitaciones, merece la pena ser defendida. Nuestro autogobierno también. No son cosas que están conquistadas de forma definitiva. Tenemos que actuar como ciudadanos responsables para defenderlas. Tenemos que vigilar nuestros derechos y libertades, el autoritarismo llega rápido, pero se querrá quedar o irse lentamente, como el virus.