- Pedro Sánchez tiene sobre su mesa la opción de demorar otros 14 días el confinamiento para toda la población y todo apunta a que se va a decantar por aplicarla, dada la gravedad de la emergencia sanitaria que azota a España y que no tiene visos de remitir por el momento. Así, salvo sorpresa, el Gobierno solicitará la tercera prórroga del estado de alarma que rige en todo el país desde el pasado 15 de marzo y que desde esta semana se acompaña del parón casi total de la actividad económica.

La decisión del Ejecutivo español supondría un jarro de agua fría para quienes ya veían la luz al final del túnel tomando como referencia la fecha del 12 de abril. Sin embargo, podría ser que el 26 de este mes sea el día en que comiencen a flexibilizarse las draconianas medidas de confinamiento -proceso que será gradual y en diferentes etapas-, siempre que la epidemia no se recrudezca y se consiga estabilizar la situación. Tanto la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, adelantaron ayer que la opción de dos semanas más en estado de alarma ya se contempla, mientras que el titular de Sanidad, Salvador Illa, reveló que el presidente se pondrá en contacto hoy con los líderes de la oposición para hacerles partícipes de su decisión final.

Las razones para la tercera prórroga son evidentes, atendiendo a los datos sanitarios y las recomendaciones científicas. En este sentido, la epidemia de COVID-19 no amaina y, aunque en la última semana los fallecimientos se han estabilizado y el porcentaje de nuevos contagios ha descendido en el Estado español, las cifras siguen siendo preocupantes, con alrededor de 1.000 personas que pierden la vida cada día debido a la infección. Por todo ello, España se prepara para seguir el ejemplo de Italia, que hasta el mes de mayo no flexibilizará el confinamiento de su población.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, dio ayer alas a la hipótesis de la prórroga al insistir en que "hay que acabar de una vez por todas" con el COVID-19. "El único cometido es bajar la curva de contagios y salir rápidamente de la situación", explicó. También el portavoz médico Fernando Simón admitió que habrá que mantener unas "semanas más" algunas de las restricciones impuestas hasta la fecha para frenar los contagios.

Esta prolongación del estado de alarma que el Gobierno socialista y morado se dispone a aplicar requiere una vez más del visto bueno de la mayoría del Congreso de los Diputados. Hasta el momento, Sánchez ha logrado ver refrendadas sus dos prórrogas con unanimidad de los grupos y, aunque el Gobierno no tendría problemas para superar el trámite parlamentario, está por ver si se mantendría la unidad o si alguna formación se desmarcaría.

Los grupos parlamentarios han comenzado ya a prepararse para celebrar un pleno la próxima semana en el que podría someterse a votación la prórroga de dos semanas. Todo ello en un ambiente político muy crispado, debido mayormente al enfado en los partidos de la oposición por la unilateralidad de Pedro Sánchez a la hora de adoptar decisiones y anunciarlas. También están pendientes de convalidación los últimos decretos económicos del Gobierno, pero la urgencia para completar este paso es menor, ya que el plazo para ello es de 30 días.

Para paliar las críticas y el ambiente enrarecido, en esta ocasión el presidente del Gobierno sí acometerá -hoy mismo- una ronda telefónica con los líderes políticos para detallarles los pasos a seguir.