Iruñea - Nafarroa vuelve a tener Ley de Símbolos. Tres años después de que la mayoría del cuatripartito liderado por Uxue Barkos derogara la norma de 2003 con la que se sancionaba la colocación de la ikurriña, el Parlamento aprobó ayer con los votos a favor de Navarra Suma y PSN -31 de 50 escaños, mayoría absolutísima- un nuevo texto cuyas repercusiones políticas van mucho más allá de la regulación del escudo, el himno o la bandera. Porque la ley no incluye ni multas ni exaltaciones populistas en colegios o pueblos, como preveía inicialmente el texto de la derecha. Su aprobación sirvió, sin embargo, para reavivar las cenizas del debate identitario.

El PSN ha ido evitando pisar brasas, como cuando lideró el bloque progresista que tumbó en comisión todos los preceptos más identitarios del texto, pero al final ha acabado votando a favor de la propuesta de NA+. Sí, ya descafeinada y sin el código sancionador, pero aun así eso provocó una bronca con sus socios, especialmente Geroa Bai, que le afeó haber sido cobarde y no enterarse de que NA+ no buscaba una Ley de Símbolos, sino agrietar al Gobierno y enfrentar a los socios. Algo que la derecha consiguió.

En la sesión de ayer por primera vez se quebró el criterio unitario de los socios del Gobierno que preside María Chivite. El PSN se unió a NA+, mientras Geroa Bai y Podemos, miembros del Ejecutivo, votaron en contra junto con EH Bildu e I-E, que no entienden cómo el PSN no evitó en su día la tramitación de esta ley. La intervención ayer de Ramón Alzórriz, portavoz socialista, sonó incluso a tabla rasa. "Hemos sufrido demasiado por los símbolos, esto nunca nos tiene que llevar a la confrontación", dijo.

Pero es una versión que no compró Geroa Bai, principal aliado del PSN en el Gobierno, formación que "no va a danzar con la música de Navarra Suma", como dijo Uxue Barkos. "El PSN ha querido seguir bailando el son de la bandurria de Navarra Suma por cobardía política", consideró, y criticó que "el PSN se ha equivocado al no acompañar al Gobierno: ha sido un error recoger el guante de confrontación de NA+". Barkos insinuó que el voto de los socialistas es una maniobra de compensación después de aprobar los presupuestos con Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, afirmación que provocó que Alzórriz se revolviera en su escaño.

Ley restrictiva Y es que el debate fue un balón de oxígeno tremendo para la derecha, un "bote salvavidas", según lo definió Adolfo Araiz (EH Bildu), en una intervención en la que lamentó la aprobación de una ley "restrictiva e intolerante" que sigue sin dar respuesta a quienes se identifican con la ikurriña. El debate de las enmiendas había vuelto a dejar clara la situación de irrelevancia en la que se encuentra NA+, aislada con sus 20 escaños de 50, y de buenas a primeras ver aprobada una ley fue un motivo de celebración para Javier Esparza, que manifestó su "alegría" por votar con el PSN y reconstruir, al menos puntualmente, la mayoría por la que suplica. "Lo que llaman régimen", bromeó.