DONOSTIA. José María Múgica, hijo de Fernando Múgica, asesinado por ETA hace 24 años, ha apelado a la "unidad" para escapar del "ruido y la furia" que representan los populismos y los nacionalismos identitarios", unas posiciones que "no pueden tironear" a las fuerzas democráticas "porque si se buscan apoyos en lo peor, vendrá lo peor".

Múgica ha hecho estas declaraciones este sábado en San Sebastián durante el homenaje en recuerdo a su padre, celebrado en el cementerio de Polloe al que han acudido familiares y amigos del fallecido, entre ellos su viuda, María del Carmen Heras, acompañada por sus hijos José María, Rubén y Fernando.

Al camposanto donostiarra ha acudido Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, y el exprimer ministro francés y concejal de Pel Canvi en Barcelona y ex primer ministro de Francia, Manuel Valls.

Además han participado en el acto Maite Pagazaurtundua, hermana de Joseba Pagazaurtundua, asesinado por ETA hoy hace 17 años en Andoain; la presidenta de Covite, Consuelo Ordoñez; el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia; y representantes del PSE y del PP.

Ante la tumba de su padre, José María Múgica ha recordado la "capacidad de unión" que mostró la sociedad vasca y española en su "combate" contra el terrorismo y ha defendido la "necesidad" de dejar a los jóvenes ese "legado de unidad".

"Hoy sabemos que los viejos demonios que arrasaron España y Europa están de vuelta y que el proyecto totalitario que encarnó el terrorismo en Euskadi es un proyecto que pervive desgraciadamente", ha señalado.

"Sabemos que los peores demonios de la historia, que son los populismos tengan la etiqueta que tengan, ya sea la extrema derecha de Vox o la extrema izquierda, y que los nacionalismos identitarios son proyectos de ruido y furia", "de cavar trincheras y de reproducir lo peor de las dos Españas".

Múgica ha exigido "romper la dinámica que conduce a una ruptura y división creciente" de la sociedad española y para ello hay que "restablecer la unidad y el encuentro"

Por ello ha considerado que es necesario "recuperar" una "conversación fraterna entre los españoles" para "escapar del ruido y la furia", "de trazar a pico la división" y "volver a construir el cauce de confianza y de futuro hermano y generoso se piense como se piense".

Maite Pagazaurtundua ha criticado que "no se ha mirado suficientemente al pasado" cuando la sociedad "no se revela" ante los homenajes que se rinden en los pueblos de Euskadi a los presos de ETA cuando salen de la cárcel, unos hechos que "no basta condenar con la boca pequeña", ha indicado.

Ha rechazado el "negacionismo sutil" y el "blanqueamiento" hacia ETA que, a su juicio, se lleva a cabo y ha emplazado a la izquierda a abertzale a decir "si el fin justificó los medios".

Pagazaurtundua ha reclamado "no engañarse en palabras ambiguas" y ha rechazado que se equipare "acosadores con acosados" porque la reconciliación social con quienes "no condenan la historia de terror no sería sino un enorme modelo de síndrome de Estocolmo".

Suárez Illana ha señalado que la "persecución al discrepante" acabó hace 40 años con la "concordia", que consiste en el respeto al discrepante, al tiempo que ha considerado que "una sociedad es progresista cuando defiende los dos valores del hombre que son la vida y la libertad".

El ex primer ministro francés ha afirmado en su intervención que estos actos sirven para "recordar que se derrotó el terrorismo", que no ganó porque los "valores" de la Constitución "eran más fuertes que el terror y porque la sociedad supo decir no"

Ha advertido, sin embargo, de que "no se ha ganado de verdad la guerra" y se "puede perder en el relato" que es un instrumento que "sirve en la guerra pacífica contra el nacionalismo, que siempre es guerra y odio, y contra el populismo".