Donostia - El Tribunal Constitucional ha acordado deducir testimonio ante la Fiscalía para que informe de si el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha incurrido en un delito de desobediencia al admitir a trámite el 22 de octubre una propuesta que reiteraba la autodeterminación y la reprobación de la monarquía. La patata caliente de actuar penalmente contra Torrent estará en manos de la Fiscalía que dirigirá próximamente la ex ministra de Justicia del PSOE, Dolores Delgado, que decidirá si interpone la querella.

El ministerio Fiscal había abierto diligencias tras conocer que el Parlament dio curso a una propuesta de resolución a favor del derecho de autodeterminación a pesar de tener conocimiento que ésta iba en contra de varias sentencias y resoluciones del propio Tribunal Constitucional. No obstante, el Ministerio Público no había presentado ninguna querella a la espera de que fuera el propio TC quien le instara a hacerlo, ante la nueva potestad que tiene tras la última reforma de la ley que rige al tribunal.

El president de la Generalitat, Quim Torra, mostró su apoyo público a Torrent a través de un tuit, pero puertas adentro el resquemor en las filas de JxCat por la decisión de Torrent de dejar en suspenso el voto de Torra en el pleno del Parlament ha seguido generando debate.

El lunes por la tarde, tras el encontronazo entre socios independentistas en el hemiciclo, Torra consultó la opinión de consellers, diputados y otros cargos de JxCat sobre cómo resolver la crisis con ERC y recibió consejos muy dispares. Según fuentes conocedoras de la reunión, hablaron prácticamente todos los diputados y consellers de JxCat, incluso el expresident Carles Puigdemont, que intervino por videoconferencia.

Entre los cargos de JxCat en el Govern, según las fuentes consultadas, predomina la opinión de no precipitar inmediatamente un adelanto electoral, sino esperar al menos a que se aprueben los presupuestos de la Generalitat para 2020. Como argumento a favor de esperar, estas mismas fuentes esgrimen la importancia de tener unas cuentas aprobadas -las últimas son de 2017, año del referéndum unilateral del 1-O- con las que poder presentarse ante la ciudadanía y defender la “utilidad” del Govern, como promotor de partidas sociales, económicas o de infraestructuras, más allá de la reivindicación soberanista.

También se escucharon opiniones, algunas del entorno de Torra, diametralmente contrarias, favorables a convocar ya elecciones, culpando a ERC de acatar la orden de retirar a Torra la condición de diputado, algo que, a su juicio, no puede aceptarse, por lo que no ven posible continuar la legislatura como si nada hubiese pasado. Hubo también posicionamientos a favor de echar del Govern a los republicanos y continuar gobernando en solitario, aprobando incluso los presupuestos que ERC y JxCat ya tienen pactados con los comunes.

Fuentes de JxCat señalaron que los contactos internos proseguirían, antes de que hoy el Govern celebre su reunión semanal, esta vez en un clima enrarecido. De hecho, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, y su departamento lo tienen todo preparado para que el Ejecutivo catalán apruebe hoy el proyecto de presupuestos de la Generalitat. Si Torra decide hacer caso a las voces internas que le reclaman esperar a que se aprueben los presupuestos, no convocará elecciones, pues, hasta al menos dentro de tres meses. En cambio, si hoy tomase alguna decisión drástica, podría alterarse su agenda para los próximos días, que incluye una reunión con el presidente, Pedro Sánchez, prevista para el 6 de febrero. - N.G.