donostia - El exmajor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero desveló ayer que se ofreció para detener él personalmente al expresidente Carles Puigdemont, aunque los comisarios superiores Ferran López y Joan Carles Molinero le disuadieron y acordaron que lo harían ellos dos. Un día después de que el fiscal Miguel Ángel Carballo pusiera en duda que planeara detener a Puigdemont, Trapero aprovechó el interrogatorio de su abogada, Olga Tubau, para asegurar que su propósito era que fuera él mismo quien arrestara al president si así lo acordaba el juez tras la DUI. Sin embargo, sus colaboradores al frente de los Mossos lo desaconsejaron. “Me dijeron que no les parecía bien, que era mejor que yo me quedase en Egara (el complejo central de los Mossos d’Esquadra) y que ellos se ofrecían (a practicar la detención)”, relató.

Como otra muestra de su distanciamiento con los líderes del procés, Trapero reconoció, además, que ahora “lamenta” que pocos días antes del 1-O la cúpula de los Mossos desechara la idea que habían barajado para emitir un comunicado o convocar una rueda de prensa para desmarcarse públicamente de los planes del Govern para seguir adelante con el referéndum del 1 de octubre. En su declaración, el ex máximo responsable de los Mossos indicó que sopesó con su cúpula mostrar en público su malestar con el Govern tras salir “frustrados” y “preocupados” de la reunión que mantuvieron el 28 de septiembre de 2017 con Puigdemont, el exvicepresidente Oriol Junqueras y el exconseller de Interior Joaquim Forn, que no atendieron a su petición de dar marcha atrás con el 1-O pese al riesgo que preveían para el orden público y la seguridad ciudadana. “En un primer momento nos decantábamos por hacer la rueda de prensa, luego pensamos que no, que un comunicado, se encargó al comisario Quevedo un borrador y finalmente declinamos, cosa que ahora lamentamos todos”, señaló.

Asimismo, Trapero aseguró que no tuvo ninguna duda en rechazar su salto a la política tras su cese el 27 de octubre de 2017 al frente de los Mossos en aplicación del artículo 155, cuando tuvo ofertas para incorporarse a una candidatura en las elecciones al Parlament del 21-D.

Fue su propia abogada, Olga Tubau, quien le trasladó esta propuesta -que según se publicó en algunos medios consistía en ocupar el tercer puesto de la candidatura de JxCAT encabezada por Carles Puigdemont-, ante lo que el exjefe policial fue contundente al dejar claro que no quería ni que le llamaran.

papel de laplana En la sesión de ayer también fue interrogada Teresa Laplana, para quien el fiscal pide cuatro años de cárcel por sedición. La intendente de los Mossos defendió que su papel durante la concentración masiva ante las puertas de la Consejería de Economía de la Generalitat el 20 de septiembre de 2017 era de “interlocución” con los representantes de la Guardia Civil que estaban llevando a cabo el registro de las dependencias y que no tenía ninguna capacidad de “movilizar los recursos de orden público”. “Yo era un elemento de información cualificada con rango para poder interlocutar con la Guardia Civil pero no era la responsable del operativo de aquel día”, explicó.

Parte del interrogatorio del fiscal se centró en los contactos que mantuvo con el expresidente de la ANC Jordi Sànchez, condenado a nueve años por sedición. Laplana resaltó que en las “tres” ocasiones que conversó con él fue por orden de sus superiores. “No conocía al señor Sànchez de nada. No lo había visto nunca excepto en la prensa”, afirmó, al tiempo que subrayó que Trapero la llamó al mediodía para informarle que el entonces líder de la ANC se había ofrecido para “colaborar” y hacer un pasillo de voluntarios para facilitar el despliegue de un cordón policial que permitiera la entrada y salida de los detenidos y de la comitiva judicial. - N.G.