donostia - El alcalde de Irun, José Antonio Santano, sorprendió ayer con la convocatoria de una rueda de prensa en la que anunció el acuerdo que ha cerrado con Elkarrekin Podemos para aprobar el presupuesto municipal. Aunque este respaldo, por sí mismo, es suficiente para sacar las cuentas, Santano ha ido más allá en su búsqueda de apoyos y también ha conseguido el visto bueno de EH Bildu, cuyo grupo municipal obtuvo el lunes el apoyo de su asamblea local para tomar esta decisión.

La respuesta del PNV de Gipuzkoa llegó por la tarde, con una nota que hizo pública tras la reunión de su ejecutiva. Para los jeltzales, lo ocurrido en Irun significa la ruptura "unilateral" del acuerdo de gobierno firmado entre ambos partidos para la gobernabilidad de Gipuzkoa. En su nota, el GBB recuerda que ese pacto compromete a los dos partidos "a garantizar mediante la negociación la aprobación de los presupuestos municipales tras un proceso negociador". En el caso de que esto no sea posible, el citado acuerdo contempla que "las direcciones territoriales de ambos partidos se comprometen a intervenir" para limar diferencias y garantizar el acuerdo.

Para el GBB, "Santano y el PSE" se han saltado esta obligación "inexcusable" presentando acuerdos "cerrados" con EH Bildu y Podemos. Este hecho contraviene la norma acordada "clamorosamente". De todo ello, el PNV extrae dos conclusiones: "Que el tiempo ha demostrado que Santano y el PSE no querían ni quieren acuerdos con el PNV en Irun", y que "EH Bildu y Elkarrekin Podemos optan por Santano".

En próximas fechas, los jeltzales convocarán la comisión de seguimiento del acuerdo a nivel territorial con el fin de abordar la crisis abierta en Irun y, mientras tanto, el PNV de Irun mantendrá la defensa y el voto de la totalidad de las enmiendas que ha presentado al presupuesto municipal.

Pese a que el anuncio del acuerdo se recibió con sorpresa, lo cierto es que movimientos en esta dirección ya se veían venir por la dinámica del día a día. Además, las relaciones entre Santano y el portavoz municipal del PNV, Xabier Iridoy, están condicionadas por la decisión que adoptó el alcalde en la pasada legislatura, cuando le desautorizó y le retiró la concejalía de Urbanismo con base en unas acusaciones e insinuaciones que dieron pie a una comisión de investigación para juzgar su conducta. La citada comisión acabó reprobando el comportamiento de Santano, una resolución que fue avalada por el PNV pero también por los dos partidos que ahora le apoyan el presupuesto.

hecho inédito Se trata de un doble acuerdo inédito en la historia de la larga trayectoria de Santano como alcalde irunés y supone un giro a la izquierda que, en la antesala de las elecciones autonómicas y en el contexto de la formación del nuevo Gobierno de España, abre la puerta a especulaciones sobre las posibilidades de una nueva entente potencialmente mayoritaria en Euskadi. Al coincidir, además, con el acuerdo en Navarra, por el que Bildu también apoyará las cuentas del Gobierno liderado por la socialista María Chivite, la trascendencia de lo anunciado ayer en el Consistorio irunés superó el ámbito local.

Santano quiso reducirlo a un asunto local, pero la noticia acabó siendo pronto valorada por algunos de los principales líderes políticos. Marian Beitialarrangoitia, portavoz en Juntas de EH Bildu, rechazó "futuribles" y quiso poner en primer plano a su partido como agente con capacidad negociadora. Para Lander Martínez (Podemos), lo de Irun es una "experiencia interesante", mientras que para Josu Erkoreka es un hecho "excepcional" y no ve riesgo de generalización. Más ambigua fue la secretaria general del partido de Santano. Idoia Mendia, preguntada por si lo de Irun es un ensayo que se puede exportar a otros ámbitos, no lo desmintió. "Hay otros partidos que han entrado al juego de la gobernabilidad del país y en ese juego estamos todos menos el PP".

Desde las filas del PSE de Gipuzkoa ayer no hubo reacción sobre el movimiento de un alcalde que desde hace tiempo lleva la etiqueta de verso suelto en el socialismo guipuzcoano.