Pamplona - El presidente de UPN, Javier Esparza, matizó ayer sus críticas a la transferencia de Tráfico, que tan duramente ha cuestionado los últimos días. Cuestionado interna y externamente por su posición, Esparza reiteró su “compromiso con el autogobierno y con la transferencia de tráfico”, y aseguró que su oposición se limita a que el PNV “pretenda imponer cómo debe asumir y ejercer Navarra las competencias”. Reclamó además que la gestión se haga de forma compartida entre la Policía Foral y la Guardia Civil.

Por su parte, el Gobierno foral mostró ayer su malestar con el líder de UPN, a quien acusó de buscar “un clima de desconfianza” revelando conversaciones privadas con la presidenta Chivite. Según Esparza, la presidenta del Gobierno le aseguró que para ellos no era ninguna prioridad asumir la gestión de tráfico y que sin embargo ahora hay una “urgencia” porque lo pide el PNV. “No hay urgencia”, negó Javier Remírez, que sin embargo recordó que el propio Esparza “se arrogó” la representación del Gobierno de Navarra en su negociación con el PP cuando estaba en la oposición. “Lo que le incomoda a Esparza es que otros partidos y otros gobiernos lleven a la práctica la competencia”, afirmó. - I.F.