pamplona - El Gobierno de Navarra, liderado en 1993 por Juan Cruz Alli y Miguel Sanz (UPN-PP), tenía la necesidad de aprobar los presupuestos. Lo había intentado sin éxito, Alli estaba en minoría y decidió abrir las negociaciones a todos los grupos del Parlamento: PSN-PSOE, EA, IU y también Herri Batasuna (HB), que tenía 6 escaños. Alli recibió en el Palacio de Navarra un par de veces a Patxi Zabaleta y Adolfo Araiz, discutieron algunas partidas y al final no hubo acuerdo. Al tiempo, UPN encontró apoyo en el PSOE, aprobó los presupuestos y empezó a cuajar una historia de colaboración que duró hasta 2015.

Es el resumen más frío de un episodio sucedido hace más de 25 años, pero que ha vuelto a aflorar después de que la derecha navarra pusiese el grito en el cielo por que a finales de noviembre Chivite recibió en el Palacio de Navarra a EH Bildu para negociar, otra vez, los presupuestos. Algo intolerable, inédito -Miguel Sanz, presente en los encuentros de 1993, afirmó hace poco que UPN "jamás negoció con Bildu ni sus franquicias-, y "tristemente histórico", como llegó a decir Javier Esparza el 27 de noviembre, seguro que olvidando -como Sanz- el pasaje que Diario de Noticias recordó hace unos días, y que el domingo rescató, desde la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados, la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra. Fue durante el transcurso del debate de investidura de Sánchez, en el que la derecha volvió a reprochar al PSOE lo que ellos mismos hacían un cuarto de siglo antes: tratar de sacar adelante acuerdos con las mayorías al alcance.

Este periódico se ha puesto en contacto con tres de los protagonistas de la foto que esgrimió Lastra en el Congreso y que han seguido con cierta sorpresa el tono de una polémica que en 1993 no existió. Juan Cruz Alli era el presidente de aquel Gobierno, y recuerda bien lo sucedido: "Yo presenté unos presupuestos y tuvieron el rechazo de toda la oposición, lo que me lleva a abrir un proceso de interlocución con todos los partidos". Por el camino celebró encuentros con todos, también con HB, para "sondear" sus posibilidades. Alli sostiene que, propiamente, la negociación presupuestaria se llevó a cabo con el PSOE -con quien finalmente logró un acuerdo-, pero concede que en los encuentros con HB se habló de presupuestos. Es algo que recuerda también, nítidamente, el por aquel entonces portavoz de HB, Patxi Zabaleta. "UPN nos daba prioridad sobre el PSOE y nos ofreció negociar una cantidad determinada de dinero, pero no quiso entrar al fondo del presupuesto y lo ofrecido no nos parecía suficiente". A Adolfo Araiz, que hoy es parlamentario de EH Bildu y entonces era coordinador del grupo parlamentario de HB, le suena que se habló de "miles de millones de pesetas" en áreas como las haciendas locales o temas relacionados con la agricultura. También que hubo al menos dos encuentros, en los que "Sanz tenía una participación muy activa", porque era la persona en la que Alli "delegaba" las relaciones con el Parlamento. "Hubo intercambios y no se llegó a un acuerdo. Pero la negociación es cierta, existió, y hubo más, como para Leitzaran o la pacificación, y en algunos casos para cuestiones que fueron fructiferas", apunta Zabaleta.

Es decir, que tanto el Gobierno como HB reconocen que hubo contactos negociadores, que se desarrollaron con normalidad y que terminaron en nada. "Y no por nada que tuviera que ver con la violencia, sino por cuestiones puramente presupuestarias", apunta Araiz. De hecho, no recuerdan entonces una polémica equiparable a la tensión con la que se ha vivido el episodio ahora. Y eso que las circunstancias en 1993 eran peores. Alli se lo explica por la degeneración de los políticos. "Los de entonces veníamos del franquismo, de la transición, teníamos más conciencia democrática que los líderes políticos que han nacido en democracia", cree el expresidente, que reprende a los políticos actuales por su "falta de sentido de la responsabilidad", bien por "ignorancia o desmemoria interesada". Zabaleta, por su parte, lo achaca a la estrategia de la derecha cuando está en la oposición. "Las declaraciones altisonantes siempre vienen de la derecha cuando está en la oposición, no saben estar en la oposición con responsabilidad y son capaces de hacer cualquier cosa con tal de volver al poder", considera. "La postura de Sayas y Navarra Suma se sustenta en falsedades, y es profundamente antidemocrática".

El papel de HB. En 1991, el Amejoramiento preveía que gobernara la lista más votada en caso de falta de acuerdo. Era la de Alli (UPN-PP). HB decidió no facilitar la investidura de Urralburu por los casos de corrupción del PSOE, se abstuvo y propició así la investidura regionalista. "Entendíamos que de alguna manera había que posibilitar un cambio", dice Zabaleta.