donostia - El pasado 17 de diciembre, el mismo día en que la Audiencia Provincial de Araba dictó la sentencia del caso De Miguel -casi diez años después de que se conocieran los hechos- , el lehendakari Iñigo Urkullu ofreció una comparencia pública donde acataba lo dictado por los jueces, realizaba una lectura autocrítica de lo sucedido y solicitaba disculpas a la sociedad vasca. Todo ello pese a la exoneración del PNV incluso por parte de Fiscalía en su momento. En su intervención, el jefe del Ejecutivo vasco reflexionó también sobre el derecho a la presunción de inocencia, teniendo en cuenta que once de las 26 personas encausadas, y tras años de "condena pública y mediática", acabaron siendo absueltas de toda responsabilidad.

Además de las palabras de Urkullu, el actual presidente del EBB, Andoni Ortuzar, pidió "perdón" a la sociedad, pero insistió en que el caso De Miguel no es una sentencia contra el PNV. Sin embargo, pese a la declaración pública de Urkullu y Ortuzar, la oposición en el Parlamento Vasco cargó duramente contra la formación jeltzale. EH Bildu se preguntó si los dirigentes máximos del PNV conocían si se estaban "cometiendo delitos" y "si este tipo de prácticas eran o no habituales" en el PNV. Según Javier Maroto, portavoz del PP en el Senado, aseguró que la sentencia rompía "ese tabú" de que el nacionalismo vasco es buen gestor "al quedar demostrado que también roba". Podemos Euskadi pedía "autocrítica" al PNV, al tiempo que le reclamaba que analizara "cómo ha sido posible que esta situación tan grave se haya podido dar en el seno de su propio partido y desde instituciones que gobernaban".

Ante la reacción de la oposición y de algunos medios a nivel estatal, el lehendakari Urkullu pública hoy en en el Grupo Noticias un articulo titulado Cuestión de Principio desde el principio, en el que hace mención a una carta abierta suya el 1 de abril de 2010, solo dos semanas después de que conocieran los hechos del caso De Miguel y antes incluso de que se iniciara la investigación de la Fiscalía, en el que daba a conocer su postura. Urkullu era entonces el presidente del EBB del PNV.

En el artículo que se publica hoy, el lehendakari lamenta que se trate de obviar las referencias a las decisiones que se adoptaron para poner en marcha nuevos mecanismos internos de prevención y control en el seno del PNV. De la misma manera Urkullu asegura que se obvian, también, los Códigos Éticos que en el ámbito institucional ha impulsado el Gobierno que él preside. Por lo que respecta a la formación jeltzale, Urkullu recuerda que en el artículo publicado hace casi una década señalaba: "Las medidas impulsadas y adoptadas por los representantes de EAJ-PNV y de EAJ-PNV han sido inmediatas y severas, pero nos movían a ello razones de prudencia política teniendo en cuenta la gravedad de las imputaciones. Como es evidente; desconocemos el curso que vayan a seguir los acontecimientos. Deseamos que todo se aclare con la mayor rapidez y con las adecuadas garantías para los implicados." En este sentido, hay que recordar que la formación de Sabin Etxea pidió la entrega del carné a los implicados cuando fueron imputados y después modificó sus estatutos para poder suspender de militancia a quienes sean investigados por corrupción.

Además, el entonces presidente del PNV recordaba a militantes jeltzales de la talla de Aguirre, Irujo, Ajuriagerra o Leizalola y señalaba que "el PNV ha entendido la nación vasca como algo por lo que había que trabajar, por lo que se podía incluso perder la vida, pero nunca como una excusa para matar o como una oportunidad de enriquecimiento personal." Asimismo, Urkullu señala que en lo publicado en 2010 añadía una razón adicional, de carácter más institucional, para argumentar la actitud y decisiones adoptadas: "Nos ha costado mucho esfuerzo conseguir unas instituciones en las que se realice, al menos parcialmente, nuestra voluntad de autogobierno como para mancharlas ahora con la supuesta corrupción que pudiere incluso estar asociada a nuestro partido. El compromiso del PNV con Euskadi es un compromiso con su sociedad y sus instituciones."

celeridad y contundencia Además, Urkullu asegura que en la comparecencia pública de la pasada semana, afirmó que desde el principio se había respondido con "celeridad, claridad y contundencia" ante los hechos. Y recuerda que el artículo publicado en 2010 comenzaba con una declaración tajante: "Ante unas actuaciones que de confirmarse -y ojalá que no en ningún caso, ni el personal ni por supuesto en la relación con el partido-, son absolutamente intolerables y no admiten la menor tolerancia."

El lehendakari señala que entonces añadía un comentario sobre las primeras reacciones y algunas críticas recibidas, afirmando lo siguiente: "Sé que algunos -muy pocos y muy interesadamente- habrán interpretado nuestra reacción como algo oportunista y en función de los cálculos electorales. Pero creemos haber percibido en la sociedad vasca una aprobación de nuestro modo de proceder en este caso, aunque sólo sea por contraste con otros casos similares en los que ciertos partidos mantienen unas actitudes de complicidad o silencio." Por ello, insiste en que "hoy hay quien sigue insistiendo en la exigencia de responsabilidades, tratando de vincularlas a EAJ-PNV, como si fuera posible que conociéramos las actitudes, comportamientos y actuaciones de carácter personal".

Por ello, finaliza el artículo que publica hoy reafirmando su "más firme rechazo ante unos hechos que son contrarios al ideario y los valores éticos que defendemos.