DONOSTIA - ERC sigue contemplando la posibilidad de un acuerdo con el PSOE que posibilite la investidura de Pedro Sánchez como presidente español, e incluso que culmine en un plazo relativamente rápido, antes del 5 de enero. Eso sí, no se apea de ninguna de sus reivindicaciones, con la independencia y el referéndum como principales objetivos, ni de las vías para lograrlas, que van desde el pacto con el Estado hasta la unilateralidad. Mientras, sigue a la espera de que el gabinete socialista mueva ficha respecto a la situación de Oriol Junqueras, condenado a 13 años de prisión por el Tribunal Supremo y al que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) le ha reconocido ahora su inmunidad como eurodiputado electo.

La formación republicana fijó ayer su estrategia política para los próximos cuatro años en el Congreso Nacional que celebró en el Auditori del Fòrum de Barcelona en un momento especialmente trascendente: en plena negociación para posibilitar el arranque de la legislatura en el Estado -Sánchez lo ha fiado todo a la abstención de ERC- y tras el fallo sobre Junqueras. Las bases del partido respaldaron, con una amplísima mayoría, mantener la apuesta por el diálogo y la negociación con el Estado, pero también por ensanchar el independentismo para lograr un referéndum de autodeterminación.

El propio Junqueras, que tras conocerse el sentido del fallo apostó por mantener la negociación con el PSOE, marcó ayer la posición maximalista de su partido al defender que la independencia de Catalunya es "irreversible y un nuevo referéndum inevitable". Lo hizo en un mensaje grabado desde la cárcel y emitido en el transcurso del Congreso del partido, tras el que el PP anunció que estudiará emprender acciones legales contra la responsable del centro penitenciario de Lledoners por lo que calificó de "mitin político".

La reacción de ERC al fallo conocido el jueves fue meter en el congelador la negociación con el PSOE cuando parecía que faltaban tan solo unos flecos para culminarla. El Estado podría marcar mañana mismo su posición sobre el cumplimiento de la sentencia del Tribunal europeo con el pronunciamiento oficial al respecto de la Abogacía del Estado. Se trata del "gesto" que vienen reclamando los republicanos para avanzar en las conversaciones.

De producirse finalmente este entendimiento, las bases de ERC deberán ratificarlo en un Consejo Nacional extraordinario convocado de forma exprés. Pese a que el PSOE y el Gobierno español no tiran la toalla respecto a que la investidura se produzca antes de fin de año, en el partido de Junqueras sitúan la horquilla para el acuerdo entre el 27 de diciembre y el 4 de enero.

En el cónclave de ayer en Barcelona se aprobó la ponencia política, que fija la estrategia de la formación para los próximos años, con un 93,46% de apoyo; y la ponencia estatuaria, que establece la organización interna, con un respaldo del 91,01%. Con el título Fortalecernos para volver, para ganar, la ponencia política defiende que un referéndum es el mejor instrumento para solucionar el conflicto en Catalunya y plantea tres vías para lograrlo: la primera es la vía pactada y negociada con el Estado, la segunda es "forzar" al Estado a convocar un referéndum y la última, no prioritaria, es celebrar un referéndum sin el permiso del Estado, pese a que en ningún momento aparece la palabra "unilateral" en el texto aprobado. En ERC remarcan por ello que no descartan ninguna vía democrática y pacífica.

Política en vez de represión En el discurso de apertura del 28 Congreso Nacional de ERC, el vicepresident de la Generalitat y coordinador nacional del partido, Pere Aragonès, dijo que la nueva etapa de diálogo entre Catalunya y el Estado "solo es posible si la política desplaza a la represión", y añadió que Esquerra "asume el papel de rompehielos de los muros que impiden la política". A su juicio, el conflicto catalán solo se podrá resolver si se abandona la judicialización contra el independentismo, y adelantó que propondrán como solución un referéndum de autodeterminación.

Por medio de una videoconferencia, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, advirtió de que no dialogarán "gratuitamente como si nada hubiera pasado" porque no confían en las instituciones españolas, inmersas en una crisis de confianza y legitimidad. Así, denunció "la vulneración sistemática de la libertad de los principales líderes políticos y sociales".