Donostia - El contundente rapapolvo desde Europa al Tribunal Supremo desató ayer la euforia en el mundo independentista y dejó noqueada a la Justicia española y sus ramificaciones políticas. El reconocimiento de la inmunidad de Oriol Junqueras por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) abrió un nuevo escenario que afecta a las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez y abre además la puerta a que Carles Puigdemont y Toni Comín accedan a las actas de eurodiputado que se les negaron, al margen de tantear el regreso al Estado español del president en el exilio en tanto que esta resolución tiene repercusión directa en todas sus causas judiciales.

La sentencia de Luxemburgo señala que en cuanto Junqueras logró la inmunidad el 13 de junio, una vez que la Junta Electoral Central (JEC) proclamó los resultados oficiales de las elecciones del 26 de mayo, debió quedar sin efectos la medida de prisión provisional "para permitir al interesado desplazarse al Parlamento Europeo y cumplir allí las formalidades requeridas". El fallo establece que "una persona que ha sido oficialmente proclamada electa ha adquirido, por este hecho y desde ese momento, la condición de miembro de dicha institución, a efectos del artículo 9 del Protocolo sobre los privilegios y las inmunidades de la Unión, y goza, en este concepto, de la inmunidad prevista".

Los magistrados comunitarios dejan en manos de la Sala de lo Penal del Supremo la responsabilidad de "apreciar los efectos aparejados a las inmunidades de que goza el señor Junqueras", toda vez que ahora ya se encuentra condenado bajo sentencia firme. El tribunal presidido por Manuel Marchena va a estudiar "en profundidad" la resolución y ha dado cinco días a las acusaciones y a la defensa del presidente de ERC para que informen sobre si debe salir de prisión para tomar el acta de eurodiputado, algo a lo que la Fiscalía ya se opone pidiendo asimismo su inhabilitación, o se considera que al ser la sentencia firme no cabe devolver las actuaciones a ese momento previo.

el escaño, sin formalismos Fue alrededor de las 9.45 horas de la mañana cuando se pronunció el presidente la Corte, el belga Koen Lenaerts, y dejó bien claro que "la condición de miembro" de la Eurocámara "se deriva del hecho de ser elegido por sufragio universal directo, libre y secreto". Es decir, después de su proclamación, no debe exigírsele ninguna otra formalidad para sentarse en su escaño. La Corte de la UE razona que la inmunidad de desplazamiento para poder acudir a Estrasburgo el pasado 2 de julio implicaba el "levantamiento de cualquier medida de prisión provisional" impuesta antes de ser proclamado aunque se hallara "en situación de prisión provisional en un proceso penal por delitos graves". Y que en caso de querer mantenerla, el Supremo debía haberlo pedido "a la mayor brevedad" a la Eurocámara.

Con toda esta jurisprudencia, el gran beneficiado puede ser Puigdemont, además de Comín. Primero, porque ninguno de los dos pudo acceder a su escaño tras no haber jurado o prometido la Constitución española, por lo que esta resolución les abre una vía en los procedimientos que tienen en marcha en Luxemburgo. Y después, porque su petición de extradición está pendiente de cómo se resuelve su inmunidad. La Eurocámara, con su presidente David Sassoli a la cabeza, recordó ayer mismo a España que el Tratado de la Unión Europea obliga a los estados miembros a "dar cumplimiento" a las misiones derivadas de las instituciones europeas. El Parlamento Europeo ya está estudiando con carácter de urgencia cómo debe aplicar la sentencia de Junqueras sobre Puigdemont porque es un fallo "muy importante que afecta directamente a la composición de esta institución". Y lo puede dilucidar hoy mismo ya que la actividad no se retomará hasta el 6 de enero. Cabe apuntar que con la redistribución de escaños por el brexit, a partir del 1 de febrero su sumaría el de Clara Ponsatí.

¿El fin del exilio? Si también se les reconoce la inmunidad, esta incluye la libertad de movimientos en territorio de la Unión Europea. Es más, una vez se conoció la sentencia sobre Junqueras, en plena reunión del grupo parlamentario de JxCat y mediante conexión con Waterloo, el exjefe del Govern afirmó que "la próxima reunión será en Catalunya". La sala estalló en gritos de "Perpinyà, Perpinyà", en Catalunya Nord. Aunque previsiblemente Puigdemont no asumirá riesgos y no tiene previsto pisar territorio español si previamente no tiene garantías de que no será detenido. Tampoco se descarta que lidere de nuevo la lista posconvergente en unos comicios a la Generalitat, y más si la inhabilitación de Quim Torra lleva al adelanto electoral.

"La justicia ha llegado desde Europa. Se han vulnerado nuestros derechos y los de los 2.000.000 de ciudadanos que nos votaron. ¡Nulidad de la sentencia y libertad para todos! Persistid como lo hemos hecho nosotros", reaccionó de inmediato Junqueras en su cuenta de Twitter. Al entender que no se le podía haber juzgado sin la autorización del Parlamento Europeo, su defensa pedirá la nulidad del juicio por el 1-O y del fallo condenatorio por sedición, y como consecuencia su puesta en libertad. "Oriol vuelve", suscribió el vicepresident del Govern, Pere Aragonès. A lo que Puigdemont añadió también desde su red social: "Aún quedan jueces en Europa. Libertad inmediata para Junqueras".

primeras culpas, a rajoy El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, solo pudo pronunciarse de forma aséptica mientras el constitucionalismo rumiaba: "Recibimos las sentencias con el respeto al poder judicial". Después, la vicepresidenta, Carmen Calvo, miró hacia otro lado: "Esta sentencia es una herencia del Gobierno de Mariano Rajoy. Ayudaremos al Supremo a que se cumpla. Ha llegado el momento de devolver el problema político al terreno de la política". De momento, el acuerdo entre PSOE y ERC para investir a Sánchez se enreda. El golpe europeo ha mandado a la Justicia española a la lona.