- Amnistía Internacional (AI) denunció ayer los numerosos “crímenes de guerra” perpetrados por Rusia en la periferia de Kiev así como el “uso ilegítimo de la fuerza” en los ataques indiscriminados contra civiles, al tiempo que exigió que los agresores rindan cuentas ante la justicia. La secretaria general de AI, Agnès Callamard, y una delegación de la organización pro derechos humanos relataron ayer en una presentación en Kiev los hallazgos de una nueva investigación en esa provincia. En el documento, Amnistía condena con rotundidad los ataques perpetrados por los rusos y exige que sean juzgados “por una serie de crímenes de guerra cometidos en el noroeste de Kiev”.

Para llegar a sus conclusiones, la organización se basa en decenas de entrevistas a ucranianos y en un análisis de pruebas materiales recabadas sobre el terreno, y documenta ataques aéreos ilegítimos cometidos por Rusia en Borodyanka y ejecuciones extrajudiciales en otras localidades y pueblos como Bucha, Andriivka, Zdvyzhivka y Vorzel.

“En una acción infrecuente e incluso histórica, Amnistía Internacional denuncia el uso ilegítimo de la fuerza por parte de Rusia como violación de la Carta de las Naciones Unidas y como acto de agresión, un crimen bajo la legislación internacional. Es una acción que muy raramente adoptamos”, afirmó Callamard.

La secretaria general argumentó que, como crimen internacional, la agresión “exige rendir cuentas ante la Justicia internacional”. “Seamos claros, las ejecuciones extrajudiciales cometidas en un conflicto armado internacional son un crimen de guerra; los ataques aéreos indiscriminados llevados a cabo con intenciones dolosas son también crímenes de guerra”, dijo.

Según recordó, estos crímenes comenzaron a finales de febrero, implicaron a militares rusos e incluyen ejecuciones extrajudiciales, ataques desproporcionados e indiscriminados contra civiles o abusos contra civiles alojados en refugios, entre otros. “El patrón de crímenes cometidos por las fuerzas rusas que hemos documentado incluye tanto ataques ilegítimos como homicidios deliberados de civiles”, lamentó.

En Borodyanka, AI detectó que al menos 40 civiles murieron en ataques desproporcionados e indiscriminados que devastaron todo un barrio y dejaron sin hogar a miles de personas.

En Bucha y varias localidades y pueblos más al noroeste de Kiev, se documentaron 22 casos de homicidios ilegítimos a manos de las fuerzas rusas, en su mayoría presuntas ejecuciones extrajudiciales. Una serie de documentos militares rusos recuperados en Bucha ofrecen más indicios sobre las unidades implicadas en esos actos, de acuerdo con este informe. La organización considera que los responsables de crímenes de guerra “deben rendir cuentas penalmente de sus actos”. Asimismo, señala que “todos los procesos o mecanismos judiciales deben ser lo más exhaustivos posibles, y garantizar que todos los perpetradores de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidio y del crimen de agresión en Ucrania, de todas las partes en el conflicto, responden ante la justicia en juicios justos sin recurso a la pena de muerte.

l Trabajo de campo. En doce días de investigaciones, AI entrevistó a residentes de Bucha, Borodyanka, Novyi Korohod, Andriivka, Zdvyzhivka, Vorzel, Makariv y Dmytrivka, y visitó lugares donde se habían cometido numerosos homicidios. También habló con 45 personas que habían presenciado homicidios ilegítimos de sus familiares y vecinos a manos rusas o tenían conocimiento de primera mano de ellos, y a otras 39 que habían sido testigos de ataques aéreos contra edificios residenciales.