- El Pacto Histórico, que reúne al grueso de la izquierda colombiana, logró en los comicios del pasado domingo 17 escaños en el Senado y 25 en la Cámara de Representantes. Unas elecciones legislativas en las que el gran perdedor fue el uribista Centro Democrático, hasta ahora la principal fuerza política del país.

El movimiento izquierdista canalizó el inconformismo ciudadano frente a las políticas económicas y sociales del Gobierno, expresado en las protestas del año pasado, así como por los escándalos que son pan de cada día en el hemiciclo.

Sin embargo, la victoria no es completa porque el Pacto Histórico lidiará con un Congreso en el que la derecha, fragmentada en seis partidos, seguirá siendo mayoría y en el que deberá buscar alianzas con la Coalición Alianza Verde y Centro Esperanza -con 14 puestos en la Cámara Alta- para hacerles contrapeso.

Precisamente en la votación al Senado, los tradicionales partidos Conservador y Liberal consiguieron 15 escaños cada uno, el Centro Democrático 14, Cambio Radical 11, el Partido de la U 10 y la Coalición Mira-Colombia Justa Libres 4.

La lista cerrada al Senado del Pacto Histórico obtuvo más de 2,2 millones de votos, mientras que por los diferentes listados de ese movimiento a la Cámara sufragaron más de 2,5 millones de ciudadanos.

El crecimiento de la izquierda fue sustancial, pues en las elecciones pasadas, por ejemplo, los movimientos alternativos -Polo Democrático y la Lista de la Decencia- concitaron 1,2 millones de votos para el Senado y 815.381 para la Cámara de Representantes.

Las banderas del Pacto Histórico serán enarboladas por congresistas como María José Pizarro, Alexander López, Aida Avella, Roy Barreras e Iván Cepeda, así como por nombres nuevos entre los que figuran la líder social Isabel Zuleta, la administradora Esmeralda Hernández o la activista María Fernanda Carrascal.

Pese a que el candidato del Centro Democrático Miguel Uribe Turbay, exsecretario de Gobierno de Bogotá, fue el más votado de todos los aspirantes al Senado con 218.909 papeletas, el uribismo vivió en estas elecciones su horas más bajas.

Este partido pasará de ser la fuerza predominante, con 19 senadores, a ocupar, hasta ahora, el discreto quinto lugar con tan solo 14. Tan abrupta es la caída del Centro Democrático que en estas elecciones obtuvo 1,8 millones de votos, casi 700.000 menos que hace cuatro años.

En la Cámara tampoco le fue bien al uribismo, pues perdió 17 puestos al pasar de 32 representantes a 15 en estas elecciones, lo que evidencia el descrédito del Gobierno del presidente Iván Duque.

El otro gran perdedor de la derecha fue Cambio Radical, sigla que lidera el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y que apenas logró 11 puestos en el Senado y 16 en la Cámara Baja.

Otra de la sorpresas resultó el Nuevo Liberalismo, partido fundado por el asesinado líder liberal Luis Carlos Galán y que hace solo unos meses recuperó su personalidad jurídica tras más de 20 años en el limbo, pero que no conseguirá ningún escaño en el Senado al no alcanzar el umbral del 3 % del total de los votos.

Entre sus candidatos figuraban la periodista Mabel Lara, el exdefensor del pueblo Carlos Negret y la politóloga Sandra Borda, así como el exsenador Carlos Fernando Galán.

El único consuelo del Nuevo Liberalismo es que la ambientalista Julia Miranda, exdirectora de Parques Nacionales Naturales, consiguió un puesto como representante a la Cámara por Bogotá.

El movimiento izquierdista Fuerza Ciudadana tampoco alcanzó los votos suficientes para llegar al Senado, aunque los 429.501 sufragios que consiguió lo dejaron cerca del 3 % al llegar al 2,7 del total.

Tampoco llegarán al Congreso las feministas de Estamos Listas, los sanitarios de SOS Colombia, los ciudadanos de Gente Nueva, el conservador Movimiento de Salvación Nacional y el esotérico Movimiento Unitario Metapolítico.

La polémica de la jornada la protagonizó Jorge Tovar, hijo del paramilitar Jorge 40, al ganar en la circunscripción de paz número 12 para ocupar así un escaño en la Cámara de Representantes destinado a víctimas del conflicto armado en el norte de Colombia. Las autoridades mantuvieron la candidatura pese a su cuestionamiento.

El partido Comunes, en el que se transformó la desmovilizada guerrilla de las FARC luego de firmar el acuerdo de paz, se hundió. Sus candidatos al Senado y la Cámara de Representantes solo sumaron algo más de 50.000 votos.

El youtuber Jota Pe Hernández se convirtió en el tercer candidato más votado al Senado, con un discurso en contra del Gobierno y a favor de los movimientos sociales. El joven de 30 años encabezó la votación de la Coalición Alianza Verde y Centro Esperanza, en la que logró sobre 190.000 sufragios.

La exitosa atleta Caterine Ibargüen no recabó sin embargo los votos suficientes para acceder al Senado. La saltadora de triple, ganadora de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y de oro en Río cuatro años más tarde, era la cabeza de lista del derechista Partido de la U.