- El Senado ruso aprobó ayer el uso de las Fuerzas Armadas en el extranjero; derecho que está destinado a “establecer la paz” en el Donbás, según manifestó la presidenta de la Cámara Alta, Valentina Matvienko. “El Consejo de Federación (Senado) ha recibido una solicitud del presidente Vladímir Putin para el uso de las Fuerzas Armadas de Rusia fuera del territorio de Rusia”, dijo ayer Matvienko en una declaración televisada. Poco después, el Senado satisfizo por unanimidad la petición de Putin.

Todo esto sucedía después de que la Duma del Estado o Cámara Baja del Parlamento ruso ratificara los tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania. La decisión, que fue aprobada por unanimidad, compromete a Rusia a velar por la integridad y seguridad de ambas repúblicas. Horas antes, el acuerdo fue ratificado por los parlamentos de Donetsk y Lugansk.

El pasado lunes Putin firmó sendos decretos en los que reconoce la independencia de las dos regiones, un paso condenado por la comunidad internacional como violación de la integridad y la soberanía de Ucrania. El paso agrava aún más la confrontación de Rusia con Occidente, sobre todo porque, en virtud de los decretos, Putin decidió enviar además tropas a Donetsk y Lugansk, para ejercer “funciones de pacificación”,

Los textos de los acuerdos bilaterales entre Rusia y Lugansk y Donetsk implican también la protección de sus fronteras conjuntamente con Rusia y la posibilidad de utilizar bases militares e infraestructura militar. Los acuerdos prevén una duración de diez años con renovación automática.

Uno de los artículos de ambos acuerdos establece expresamente que, a fin de garantizar la seguridad, la paz y la estabilidad, cada una de las partes otorgará a la otra el derecho de construir, utilizar y mejorar su infraestructura militar y las bases militares en su territorio. Además, las partes de los acuerdos tomarán conjuntamente las medidas a su alcance para luchar conjuntamente “contra actos de agresión en su contra por parte de otros países o grupos de países y prestar mutuamente “la ayuda necesaria, incluida la militar”.

Los firmantes celebrarán asimismo consultas urgentes “cada vez cuando una de las partes considere que existe una amenaza de ataque en su contra” a fin de garantizar conjuntamente la seguridad de la parte amenazada, reza el documento.

En este contexto, Ucrania y varios países del este acusaron ayer a Putin de querer revivir la antigua Unión Soviética, además de mostrar su temor a que Moscú prosiga con su actitud en otras repúblicas que pertenecieron a la antigua superpotencia. El ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Réznikov, acusó a Rusia de haber dado otro paso para reavivar la Unión Soviética, tras el reconocimiento de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk. En un discurso dirigido al Ejército ucraniano, afirmó que Rusia quiere el renacimiento de la URSS “con un nuevo Pacto de Varsovia”, el acuerdo militar creado en respuesta a la OTAN, y “un nuevo muro de Berlín”.

Por su parte, el ministro polaco de Defensa, Mariusz Blaszczak, pidió ayer “sanciones serias, no simbólicas” contra Moscú, pues según él “solo así se impedirá la “vuelta del imperio soviético”. Blaszczak enfatizó que Putin pretende “reconstruir el imperio soviético”.

La ministra checa de Defensa, Jana Cernochova, también interpretó ayer la decisión del presidente ruso de reconocer la independencia de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk como un intento de recomponer la extinta Unión Soviética.

Los países bálticos, que fueron ocupados en la década de 1940 por la Unión Soviética y recuperaron su soberanía con la disolución de esta en 1991, han apremiado a reforzar el flanco este de la OTAN, tras el “ataque a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania” derivada del reconocimiento por parte de Rusia de las repúblicas separatistas del Donbás. “Rusia ha destrozado los acuerdos de Minsk”, afirmó el presidente de Estonia, Alar Karis, a través de un comunicado, mientras la jefa del Gobierno del país, Kaja Kallas, condenaba el “ataque a la integridad territorial” ucraniana.

El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, calificó el reconocimiento por parte de Rusia de “inaceptable violación del derecho internacional”. Letonia, miembro de la OTAN y de la UE, como el resto de las repúblicas bálticas, instó al reforzamiento del flanco este de la Alianza en una nota suscrita por la Presidencia del país, del Parlamento y del Gobierno.