- Rusia comenzó ayer a retirar algunas unidades militares próximas a la frontera con Ucrania, mientras su Duma, la cámara baja parlamentaria, pidió al presidente Vladímir Putin que reconozca la independencia de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania.

Ello mientras el propio Putin afirmaba que Rusia no quiere una guerra en Europa: “¿Si queremos guerra? Claro que no”, dijo al comentar la tensión actual en la frontera con Ucrania en una rueda de prensa junto al canciller alemán Olaf Scholz. Putin agregó que su país ha hecho propuestas para unas negociaciones acerca de la seguridad europea, cuyo resultado debe ser un acuerdo que responda a los intereses de todos.

“Las unidades de las circunscripciones militares Oeste y Sur que cumplieron sus misiones ya empezaron a montar en trenes y camiones, y hoy se dirigirán a sus guarniciones”, declaró el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, en alusión de retirada de fuerzas en las cercanías de Ucrania.

Al mismo tiempo, las Fuerzas Armadas de Rusia “continúan actividades para la preparación de las tropas, en las que participan prácticamente todas las circunscripciones militares, las flotas y las unidades aerotransportadas” en el marco de unos ejercicios que acaban el próximo día 20. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo que ese repliegue no se debe a la “histeria” de Occidente, ya que estaba programado. “Lo hacemos independientemente de lo que otros piensan e independientemente del terrorismo informativo que se está produciendo”, dijo Lavrov en alusión a las informaciones sobre una inminente invasión rusa de Ucrania.

Por su parte, Ucrania se creerá la retirada de algunas unidades militares rusas de sus fronteras cuando lo vea con sus propios ojos, dijo el ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba. “Hay diferentes declaraciones desde la Federación Rusa todo el tiempo. Tenemos una regla: no nos lo creemos cuando lo oímos, sino cuando lo vemos”, señaló ante la prensa.

Tal como se ha señalado, Putin aseguró durante una rueda de prensa conjunta con el canciller alemán, Olaf Scholz, que Rusia no quiere una guerra en Europa. “¿Si queremos una guerra (en Europa)? Claro que no”, dijo Putin al comentar la tensión actual en la frontera entre Rusia y Ucrania.

Agregó que precisamente por eso Rusia presentó propuestas sobre unas negociaciones acerca de la seguridad europea, cuyo resultado debe ser un acuerdo que responda a los intereses de todas las partes.

Putin manifestó que su generación ha sido testigo de un conflicto armado en Europa, en alusión a la guerra de Yugoslavia. “Hemos sido testigos de la guerra en Europa desatada por el bloque de la OTAN contra Yugoslavia. Una gran operación militar con bombardeos de una de las capitales europeas, Belgrado”, afirmó, para añadir que “fue un ejemplo muy malo”.

En cuanto a las demandas de seguridad rusas planteadas a EEUU y la OTAN, Putin dijo que Rusia no recibió una respuesta constructiva, pero confía en continuar el diálogo. Subrayó que las futuras negociaciones deben tener en cuenta las principales preocupaciones rusas en materia de seguridad, que incluyen la no ampliación de la OTAN hacia el este y el rechazo al despliegue de sistemas de ataque cerca de las fronteras rusas.

A la pregunta de si Rusia continuará retirando tropas de las proximidades de las fronteras de Ucrania, el jefe del Kremlin indicó que dependerá de la situación. “¿Cómo va actuar Rusia? Según el plan. ¿Y de que se compone este? De la situación real en terreno”, dijo, para añadir: “¿Quién puede decir cómo se desarrollará la situación? Nadie, por ahora. Depende no solo de nosotros”.

Anoche, horas después de la comparecencia de Putin, en una declaración sin preguntas desde la Casa Blanca el presidente de EEUU, Joe Biden, denunció que Rusia mantiene una postura militar “amenazante” contra Ucrania y que todavía es “claramente posible” que invada el país. Biden dijo que su Gobierno “todavía no ha verificado” el presunto repliegue de unidades rusas de la frontera con Ucrania y aseguró que todavía hay “más de 150.000” soldados rusos alrededor de Ucrania y Bielorrusia.

Biden insistió en el diálogo y se mostró predispuesto a alcanzar “acuerdos por escrito” con Rusia. “Deberíamos darle a la diplomacia todas las oportunidades para tener éxito”, apuntó para añadir también que EEUU “está preparado para responder con decisión” a un hipotético ataque ruso sobre Ucrania.

Previamente, Biden mantuvo una conversación telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, en la que coincidieron en que el anuncio del repliegue de algunas unidades rusas de la frontera con Ucrania es una señal alentadora pero apuntaron que se debe verificar, “evaluar la calidad de ese anuncio” y “comprobar su alcance y significado”, según indicaron fuentes del Elíseo.

El Senado de EEUU está preparando una resolución de apoyo a la soberanía de Ucrania después de que demócratas y republicanos no hayan podido aún alcanzar un acuerdo sobre un paquete de sanciones a Rusia, aunque siguen negociando. Biden tiene capacidad para imponer sanciones por sí solo, aunque una acción legislativa del Congreso podría tener mayores consecuencias para el Kremlin.

Asimismo, la OTAN valoró con “optimismo cauto” que Rusia de señales de continuar la vía diplomática. “Pero por el momento, no hemos visto ninguna señal de desescalada sobre el terreno”, advirtió su secretario general, Jens Stoltenberg.